Vaya por delante que las mujeres
que realizan trabajos iguales a los que realizan los hombres deben ser
remuneradas exactamente igual. Vaya por delante que cualquier mujer con una
preparación igual a la de cualquier hombre debe tener la misma posibilidad de
acceder a un alto cargo en cualquier empresa pública o privada. Esto es puro
sentido común, pero me vuelvo a preguntar: ¿dónde están las aspirantes a
Presidenta del Gobierno de España?, ¿hay un filtro en los partidos que se lo
impiden, o es que a la hora de la verdad, nada de nada?
Es evidente que las mujeres se
han de manifestar para conseguir esa igualdad, si es que realmente no la hay,
pero cuándo va a haber una manifestación constante a lo largo de todo el año
para que todos tengamos trabajo, ¿se puede vivir sin un empleo?, ¿de qué manera
se vive sin ingresos o con la limosna de 426 euros? El empleo sí que es
fundamental y nos afecta a todos en mayor o menor grado, ¿quién no tiene un
familiar en paro?, ¿quién no tiene otro familiar mal pagado echando horas en un
trabajo precario de estos que están de moda?
¿Vamos a seguir regalando dinero
al sector financiero y usurero para seguir destrozando la sanidad pública o la
educación pública?, ¿qué buscan algunos, que la sanidad pública no pueda con la
carga de trabajo y le demos de comer a los centros sanitarios privados, que se
vaya privatizando la gestión sanitaria?
¿Cuándo van los políticos
españoles a coger un problema importante para la ciudadanía y le van a dar
solución, una solución definitiva sin grietas? Pero una solución para mañana,
no para dentro de diez o veinte años, que tenemos problemas estructurales desde
que se murió Franco, y seguimos arrastrándolos.
¿Cómo iban a poder callarse en la
manifestación del pasado día 8, de las mujeres, las mujeres del PSOE?, no
podían dejar pasar la ocasión sin gritar contra su eterno rival del
bipartidismo, ¿cómo iban a dejar de politizar y rentabilizar una oportunidad
como esa, un escaparate como ese? Ellas no estaban por lo que estaban las demás
mujeres, pidiendo igualdad, ellas tenían una misión: poner de manifiesto que el
PP le daba la espalda a las mujeres, tratar de restarle el voto de las mujeres
a la formación política rival del PSOE.
Cantos de sirena, ¿ya nadie
recuerda la voz del mentiroso Pedro Sánchez: “Cuando llegue al poder lo primero
que haré será dar a conocer la lista de defraudadores de Hacienda”?, iba a
derogar la reforma del PP, seguramente como hacen todos iba a crear no sé cuántos
puestos de trabajo. Del dinero regalado al sector financiero nada de nada, del
dinero trincado por los corruptos nada de nada.
Lo más sobresaliente que nos ha
querido hacer ver en los últimos tiempos, es que unos pocos políticos han
querido romper España. Alguien no hizo su trabajo bien, pues unas formaciones
se presentaron a unas elecciones llevando en su programa la independencia y lo
aceptaron aquellos que debieron controlar los programas. Posteriormente, fueron
mayoría en el parlamento catalán y siguieron lo que le encomendaron la mayoría
ciudadana en escaños que no en votos, vale, pero son las reglas del juego electoral,
es la legalidad vigente. Entonces, los “constitucionalistas” comenzaron a tirar
de los hilos de la justicia hasta terminar con los mal llamados golpistas, en
la cárcel. Hasta donde yo sé, ser un partido legal, presentarse a unas
elecciones con un programa proclamado a los cuatro vientos y ganar las
elecciones, o componer una mayoría de partidos con semejante ideología, algo
que sucede tras cada elección, no es nada anormal y, mucho menos, delictivo.
Ahora va a ser que cumplir con lo que se lleva en el programa con el que un
partido se presenta a las elecciones es un delito, será por lo inusual de
cumplir lo prometido.
A mí me da igual España, la
bandera, el himno, todo eso no es nada en el fondo; a mí lo que no me da igual
son las gentes que viven aquí o allí, las condiciones en las que viven, los
problemas que sufren y trabajar para dar soluciones, abrir los ojos de la
gente, dar que pensar a las personas, que piensen por sí mismas, que no se
dejen engañar, que vean el juego tan sucio y de mentiras en el que han
convertido toda esta competición de votos. Que lleguen a comprender que solo
pueden maquillarse las cosas porque los corruptos son, por el momento, los que
tendrían que legislar contra la corrupción, y eso sería pedirle un plus de
humildad y honestidad de los que carece la clase política actual y pasada.