Si lo único que ofrece este país es una democracia en ruina, una justicia amañada donde no se juzga hacia el exterior sino que todo se cuece a la espalda de la gente, una clase política distanciada de la gente, engreída, prepotente, que legisla sin ton ni son pero siempre a favor de sus privilegios e inmunidad, debilitando los recursos del pueblo, empobreciendo a sus gentes y endeudándonos cada día más; este país ya no es atractivo, no lo es para mí. El resultado de las acciones de los políticos pasa una elevada factura al país y a la sociedad. No lo echamos a ver porque los medios de desinformación y manipulación masivos, así como un montón de colaboradores en redes sociales, bien adiestrados o pagados y siempre programados, hablan con naturalidad a favor de todo lo contrario a lo que es la realidad.
Hace unos días encerraron a tres o cuatro personas que vienen realizando una labor de denuncia de una corrupción que se viene dando en este país y en ciertas Instituciones desde hace años, pero como todo está amañado, los corruptos se convierten en víctimas y los denunciantes de la corrupción de una serie de altos cargos públicos, terminan en la cárcel. ¿Esta es la democracia y la justicia de España? Les acusan de haber difundido datos y documentos falsos en contra de ciertas autoridades, ¡Con lo fácil que hubiera sido comprobar los datos, los ingresos efectuados en ciertas entidades bancarias en el extranjero, conforme a los documentos aportados! Hacer una pericial caligráfica de los documentos para comprobar la veracidad de su autoría, pero no hacen nada porque todo está amañado desde arriba, la Organización paga y manda.
Si ciertos señores y señoras: magistrados, jueces, fiscales, cargos políticos, partidos políticos, etc., impiden que haya justicia en este país, ¿Qué podemos esperar? Si castigan por intereses personales de unos y otros en lugar de impartir justicia, estamos ante un grave peligro de ser nosotros los próximos que tengamos que sufrir tan miserable e injusto trato. En ciertas situaciones, ante graves delitos por los que se debieran juzgar a personajes de altura, los cargos se diluyen como azúcar en agua, se absuelven a los delincuentes y corruptos. Las pruebas no valen, se tomaron sin autorización del implicado. Se rompió la custodia de las pruebas. Ha pasado el tiempo y los delitos prescribieron. No sabemos si se pactó una cifra de dinero a cambio de la prevaricación o favores de otra índole, hoy por ti, mañana por mí.
El núcleo del país es el Estado como está configurado. El Estado se desentiende de la gente, le parasita y la saquea. Las leyes son injustas o deficientes para que sirvan de salvoconducto a los delincuentes de cuello blanco. Los políticos nos parasitan, incumplen lo que nos prometen, despilfarran el dinero, lo gastan como les parece y no nos consultan para nada, se enriquecen a nuestra costa. Las instituciones se corrompen también, vivimos la impotencia de sabernos desprotegidos y nos dejan poco margen de reacción. Ni sus leyes nos permiten dar la vuelta a la tortilla, ni que la ciudadanía se empodere de verdad y pueda resituar a la clase política a nuestras ordenes, tan solo para que gestionen lo que decidamos nosotros. Les pongamos las condiciones de trabajo que a nosotros mejor nos parezca y que se asemejen más a como estamos la clase trabajadora, sin privilegios.
Tenemos todo el potencial para crecer, ser una sociedad feliz y un país productivo, pero las directrices marcadas por los que nos gobiernan no van por ahí, prefieren vivir de gorra, a base de subvenciones de la Unión Europea, sin diseñar un sistema industrial que nos haga llegar a ser autosuficientes, avanzados tecnológicamente y con pleno empleo. Un pueblo con principios y valores humanos, donde se respete a los demás, con un nivel de educación exquisito y un modelo de cívica convivencia.
Seguiremos...
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