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Creo que cualquier persona medianamente normal y decente sueña con una España bien organizada y bien dirigida, donde nadie robe dinero público, donde los cargos públicos se ciñan a las funciones propias del cargo, tratando de desempeñarlas lo mejor que les sea posible. Una España donde no se legisle por intereses de unos y otros, dejando a su suerte a la gran parte de la población menos pudiente y trabajadora. Una España, por tanto, donde se hagan leyes justas y nos rijamos por ellas, sin que jueces y fiscales escondan la cabeza cuando se trate de procesar a tales cargos públicos o tales apellidos. Una España libre de mafiosos y corruptos que dieron lugar a convertir las Instituciones españolas en una gran cloaca pestilente y nauseabunda. Una España en la que sus políticos sí estén para servir a la ciudadanía, para asegurar su bienestar, el de todos, y el progreso económico, tecnológico, etc., del país.
¿Es mucho soñar exigir que se hagan las cosas bien en España? Sé que entraña una gran dificultad debido a los facinerosos que andan agarrados al poder como lapas, a todos esos que han demostrado que los ciudadanos les importamos una mierda, y que tampoco valoran los dineros públicos, más que para pulírselo como mejor se les antoje. Hemos padecido corrupción, robo y saqueo de todos los colores de mano de los partidos políticos más poderosos, tenemos en la mochila española cientos, si no miles, de casos de corrupción propiciados por PP y PSOE principalmente, sin que se hayan librado otras muchas fuerzas políticas, hasta las de reciente aparición. ¿Nadie controla lo que sucede en España, o es que muchos callan a cambio de una buena tajada del dinero despilfarrado?
España tiene un potencial como país increíble, puede volver a superar lo que le han hecho los políticos sinvergüenzas que han gobernado vendiendo todo el potencial industrial que se heredó en la transición. Con Felipe González y su cabezonería de meternos en la UE se privatizó cantidad de empresas rentables públicas, ese individuo vació España de su fuerza industrializadora y de empleo, paralizó la producción agrícola, ganadera, minera y pesquera, destruyó empleos a mansalva, y nadie hizo nada, era un ordeno y mando, la continuación de la dictadura, solo que ahora era una dictadura socialista. El PP también ha contribuido a privatizar otras muchas empresas rentables públicas, y con ello ha colaborado a empobrecer la economía de todos los españoles y del Estado, ha debilitado al país. Así nos han gobernado, empobreciéndonos y endeudándonos. Es la historia de nuestro país modelado por los decretazos y acuerdos opacos de los que han accedido a la presidencia de los gobiernos de España. Han sido personajes peligrosos y nefastos para los intereses de los españoles y el progreso de España, pero es que el modus operandis actual poco se distancia del que tuvieron aquellos, y las reglas del juego, como les gusta nombrarlas, son las mismas o muy parecidas, así que ya sabemos qué nos espera: más empobrecimiento y más endeudamiento, pues se han convertido en una tribu masiva de colaboradores y asesores que ganan un pastón, que orbitan alrededor de todos los cargos de todas las Instituciones, al tiempo que vacían todas las huchas previstas para probables incidencias o urgencias que se tuvieran que atender.
Seguiremos...
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