¿Habría posibilidad de que, por
ejemplo en Europa, se ajustaran los estudiantes que saldrán titulados en cada
especialidad, cada año, a los puestos de trabajo que se van a generar?, o dicho
de otra forma: que se ajustaran, aproximadamente, las plazas de cada uno de los
estudios que se oferten, año tras año, a las vacantes o nuevos puestos de
trabajo en las empresas de Europa.
Yo al menos no entiendo que sigan
saliendo titulados a la calle, cada año, y que no encuentren trabajo, pero no
por la situación laboral actual, sino porque esta es la tónica general, desde
hace años, que da lugar a que muchas personas tengan que trabajar en algo para
lo que no se han formado.
Para prepararse cada una de esas
personas, el Estado ha desembolsado un dinero considerable en los siguientes
conceptos: mantener los centros de estudios, salarios del profesorado, compras
de suministros, adquisición de mobiliario, equipos, etc. Todo ello tirado por
la alcantarilla, siempre que esa persona titulada no ejerza su profesión, para
la que se formó; y no revierta en beneficios para la comunidad, en forma de
progreso, competitividad, aporte en sanidad,
educación, economía, etc.
Lo que apreciamos es que cada
sector o parcela de la Administración es autónoma, pero no solo refiriéndome a
la capacidad de tomar sus propias decisiones, sino que se desentiende del resto
de la organización. Ya es hora de que exista una preocupación por coordinar la
maquinaria gubernamental, social, empresarial, económica, etc. No vamos bien si
cada cual tira de la manta hacia donde más le convenga, pues no vamos a llegar
a ningún sitio.
Al igual que para que una persona
sane hay que tratarla holísticamente: físicamente, mentalmente y
espiritualmente; una sociedad solo puede estabilizarse cuando todas las fuerzas
que interaccionan con ella tengan el objetivo común de obtener el bienestar de
todos sus ciudadanos. Para ello hay que ser bueno, diría que es necesario sea
el mejor en su especialidad, y como conocedor, profesional y experto del tema
que trae entre manos, gestione y direccione siempre con el acuerdo previo de
los expertos de los demás temas que nos afectan, y hacerlo desde el respeto, la
humildad y la honestidad.
Es ahí, en ese punto donde se
integraría cuanto venía diciendo anteriormente: la necesidad de ajustar la oferta
de plazas de estudios al desarrollo empresarial, a la demanda de profesionales
por parte de las empresas. También se podría educar o formar para ser
emprendedor, dentro de la educación reglada, porque es necesario crear un
tejido empresarial que crezca, que facilite nuevos puestos de trabajo, y que se
les proteja frente a grandes corporaciones, para que cada cual tenga su espacio
sin interferir en el del otro.
Hay tanto que hacer porque tal
vez se ha perdido el tiempo anteriormente, los intereses han estado dirigidos hacia
otros asuntos, y tampoco voy a decir que nada se haya hecho, pues las cosas
están ahí. Pero que la sociedad no es estática sino totalmente dinámica, es
cambiante, crece continuamente y las cosas que hoy molan, mañana son obsoletas,
hay tendencias de ahora y tecnología que se toman el relevo con una velocidad
casi impensable, y no pueden los dirigentes, si desean ser brillantes, dormirse
en los laureles. Hay que proyectar continuamente nuevas vías para el
desarrollo, para triunfar como personas, como sociedad, y mejorar en todo lo
que representa calidad de vida, confort y bienestar; por supuesto trabajando
todos para estar a la altura de las exigencias.
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