Imagen: heraldodeoregon.wordpress.com
Siento que
como país estamos en una encrucijada de caminos, dicha situación se ve
empeorada por las repercusiones de la pandemia que asola al mundo. Hacemos poco
esfuerzo por ponernos en el lugar del otro, por comprenderle, por acercarnos al
otro para llegar a entender lo que dice. Mantenemos una rivalidad ideológica a
la que le sucede lo mismo, que se encierra en sí para defenderse de lo que cree
son ataques a su integridad. A pesar de esto, si tuviéramos un proyecto común
de sociedad que aceptáramos como viable, satisfactorio y que incluyera a todos
y todas, podríamos sumarnos a él, pero creo que casi nunca en la historia ha
habido un proyecto de esas características, sino los deseos de reyes,
dictadores o gobiernos con los que ciertos estamentos de poder han acordado la
dirección hacia la que marchar.
Hoy no es muy
positiva mi visión de las circunstancias en las que vivimos, no digamos, del
futuro que se abre ante nuestros ojos, no acierto a ver nada con nitidez. Falta
el proyecto de país, así que todo lo que se hace es parchear conforme la
situación lo exige y, mientras tanto, el ring con los gallos que dan el espectáculo
para tener entretenida a la ciudadanía. Los políticos de este país ven como nos
endeudamos por día, que la economía no arranca, sino todo lo contrario,
retrocede, pero son incapaces de eliminar los miles de puestos superfluos que
ocupa gente de la suya. Han convertido a la Administración Pública en una
empresa de trabajo temporal (ETT), donde colocar a todos los suyos y los de
aquellos partidos que comparten gobierno en las diferentes Comunidades de la
geografía española. Eso nos demuestra que les importa un pito que todo se vaya
a tomar viento fresco, su objetivo es siempre el mismo, perpetuarse en el
poder, hacer de la política su medio de vida trincando todo cuanto pueden,
teniendo más privilegios que el resto de los mortales, enriqueciéndose siempre
que se mueve dinero, cobrando comisiones o subvenciones, llevando dinero a
paraísos fiscales, estafando a Hacienda con empresas pantalla, etc. Nosotros no
somos mucho mejores, pues cada vez que se encarta pagamos en negro, sin
factura, pero hay una pequeña diferencia, que nosotros movemos operaciones que
son calderilla y, sin embargo, cuando en una Institución se distrae dinero
público, hablamos de millones de euros que nadie sabe a dónde van a parar.
Estoy muy desencantado de todos nuestros políticos, aunque el mensaje de
algunos me llegue más que el de otros muchos, esto es lo que nos debe estar
pasando a todos, no soy el único, evidentemente. Mi pensamiento tiende hacia
que todos nos equiparemos más, a que todos podamos vivir mejor, a que la
educación, formación, respeto, etc., sea una realidad, a que el país se
industrialice al punto de que nos ofrezca trabajo a todos, y que todos seamos
buenos empleados, produzcamos, nos ganemos el dinero que nos paguen, pero
siempre soy tachado de defender al comunismo. Aspiro a una sociedad donde
podamos sentirnos orgullosos y felices de formar parte de ella, que me levante
cada día con ilusión de sentirme útil, con la esperanza de ser cada día mejor
persona. Sé que sueño estando despierto, ya son muchos los que me tachan de
utópico, pero es que sin atreverme a ir más allá de lo que nos han hecho ver
que es lo mejor, o lo único, a mí no me satisface. No creo que el orden establecido
sea la única forma de vivir, ni la mejor. Creo que es la que conviene a
algunos, por lo general los que tienen o han tenido poder para cambiar las
cosas, pero decidieron que las cosas fueran como a ellos les interesó, la
mayoría de las veces buscando ganancias monetarias. Creo que hay un mundo
interior necesitado de atención, pero que el materialismo actual nos aleja de
él. Tal vez solo estoy viviendo una crisis existencial en el día de hoy.
Hagan las
cosas como quieran, como dice usted o, tal vez, como dice aquella otra persona…
hagan lo que quieran, pero consigan un mundo sin tanta crueldad hacia todos los
seres vivos. Hagan lo que quieran, pero terminen con las guerras, con la pobreza,
con el hambre, con las muertes inútiles. Hagan lo que quieran, pero que todos
los que queramos trabajar tengamos un puesto de trabajo para ganarnos el dinero
dignamente. Hagan lo que quieran, pero legislen tan transparentemente que las
leyes no tengan diferentes interpretaciones según el juez que las tenga que
aplicar. Hagan lo que quieran, pero cumplan con honestidad con sus obligaciones.
Hagan lo que quieran, pero háganlo en favor de la gente, de la sociedad, de la
humanidad.
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