Me exijo y a veces me marcho con
la sensación de que podría haber hecho más o mejor, pero no por falta de
interés o compromiso, a pesar de ello es inevitable que, en ocasiones, lo
piense. Me pido mucho, quiero dar lo mejor, quiero agradar, satisfacer, quiero
que ambos nos sintamos bien.
Me gustaría poder ayudar más,
sentirme más útil, pero es verdad que hay cosas que debería atender y no lo
hago, me falta motivación para ello, no me gusta hacerlo, no siento ninguna
satisfacción y me impide dedicarle tiempo. Quisiera hacer más de lo que hago,
pero no soy una máquina, soy humano, pienso, siento, amo y hay temas que me
gustan, otros no tanto.
Me cuesta menos escribir,
expresar mis pensamientos o sentimientos, me gusta caminar, mejor si es
acompañado, mantener una charla placentera. Me gusta fotografiar, enfocar,
encuadrar, componer y disparar, ¡me encanta!, disfruto como un niño; encuentro
un motivo que fotografiar en cualquier parte, en cualquier dirección, cualquier
objeto tiene un plano que se puede fotografiar. Me encanta hablar a la gente,
tratar de compartir algún conocimiento con ellos, me gusta enseñar, la
docencia. ¡Cuánto me agradaría vivir de ellos!, por necesidad, como en algo hay
que trabajar para buscar el alimento, pues a mi me encantaría que algún día
fuera capaz de hacerlo, de encontrar el modo de convertirlo en mi medio de
vida.
Hoy parece que he ido al
confesionario, tengo la sensación de estar confesándome, hoy ha salido el día
de esta manera, hay que hablar de todo y como siempre se debe corresponder con
alguna inquietud que ha de haber en el fondo de la mente, en la orilla del
inconsciente; tal vez tenga que ver con que en pocos meses, no más de tres, se
termina el taller de empleo y he de ser capaz de hallar la forma de sobrevivir,
por mi mismo, a la debacle económica y laboral del país.
Es cierto que últimamente le doy
vueltas a ese asunto, pienso en qué voy a hacer cuando se finalice la actual
ocupación, que termina a final de Junio. Le doy vueltas, pero aparentemente me
siento tranquilo, confío en que seré capaz de inventar algo que relacione las
facetas a las que me gustaría dedicar. Ya soy algo mayor, he trabajado durante
muchos años a las ordenes de terceros y no estoy dispuesto, o no quisiera,
volver a hacerlo, estoy harto de que me manden, estoy harto de cumplir
caprichos de jefes, quiero hacer las cosas como yo quiera, quiero sentir esa
libertad, porque creo que tengo humanidad que aportar al trabajo, y esto para
mi es importante, aunque algunos puedan creer que está reñido con el trabajo.
Creo que hay que convencer por la
calidad en todos los aspectos, por el amor puesto en lo que se hace, por la
consideración y el trato dispensado, por las buenas intenciones y el trabajo
bien hecho, ahí está la profesionalidad para mi y no en todo el rollo este que
se han montado de competitividad, trabajo decadente y basura, muchas prisas y
cantidad de chapuzas, que van dejando tanta gente en tantos sitios.
Perdonen, si lo piensan, pero es
verdad, hoy no me ha hecho falta abuela, las flores me las he echado yo mismo,
pero a veces se busca dentro y no se sabe lo que va a salir, y a nadie le
amarga un dulce o darse un subidón, o una alegría para el cuerpo.
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