Imagen: vacunasaep.org
¿De qué hablamos,
de una enfermedad o de una guerra comercial?, comienzo haciéndome esa pregunta
porque ya estoy acostumbrado de esos brotes aislados, pero secuenciales, de
enfermedades extrañas y negocios paralelos que se montan algunos. ¿Recuerdan la
gripe aviar?, la que anunciaron tan peligrosa como una grave epidemia que nos
iba a llevar a todos por delante y de la que una empresa farmacéutica americana,
con cierto político al frente, incluido en su staff, hizo su agosto?, ¿era
propiamente enfermedad o comercio?, lo cierto es que vendieron a todo el mundo
millones de dosis de vacunas que no sirvieron, pues el tal brote fue tan
pasajero que ni nos enteramos, todo se quedó en un gran ruido del que se hacía
eco la prensa mundial y almacenes de hospitales y centros de salud resultaron
abarrotados de dosis inservibles que costaron parte de un riñón a todos los
países del mundo. ¿Quién nos dice ahora que el coronavirus no forma parte de
una estrategia comercial?, EEUU la ha tenido con China, le impuso aranceles, el
resto del mundo les miraba regañadientes por su comportamiento anti
globalización, no hemos llegado a comprender cómo manipulan la globalización
para adaptarla a su conveniencia. Trump dio un paso atrás y aflojó en el asunto
de los aranceles pero igual que secretamente ordena asesinar al general iraní,
por qué no va a inyectar el coronavirus en China para que se cierren sus
fronteras, hacerle daño turístico y comercial, o que la gente deje de pedir mercancía
a China ante el temor de contraer el virus.
Las guerras
que no se libran a tiros o cañonazos, se desarrollan de otra forma más
subrepticia, ¿no creen?, hay que espantar a la población mundial del comunismo,
así piensa y grita el capitalismo nazista y clasicista, y para ello vale todo,
ya sabemos que el capitalismo actual no tiene sentimientos de ningún tipo,
mucho menos humanos, si hace falta que una población entera perezca para
eliminarles del mapa y hacerse con las riquezas que subyacen bajo sus pies,
pues se bombardea indiscriminadamente. Siempre volvemos al punto de salida, que
no es otro que la falta de valores, el encogimiento de la conciencia que sufren
millones de personas, la frialdad de sus corazones, el falso patriotismo, el
programa incorporado a la mente de muchos, la robotización de millones de seres
incapaces de pensar por sí mismos, condicionados por los efusivos y falsos mensajes
de una esperanza ficticia que prometen para entusiasmar a los débiles, a los
zombis vivientes.
De verdad que
es muy difícil acertar cuando al otro lado hay una serie de mentes perversas
ideando y conspirando contra la humanidad. Nunca llegaremos a saber de qué se
alimentan, qué propósitos tienen, lo que sí podemos estar seguros es de que no
les importamos nada o casi nada, se creen autosuficientes ellos solos, pero
casualmente tienen que valerse de una gran masa para llevar a cabo sus ideales,
ideales que por lo general se apartan de lo que es importante y necesario para
la población humilde y trabajadora. Las élites se mueven en otros niveles
económicos en los que nos excluyen, y eso se ve desde los más míseros gobiernos
de países menos poderosos, la población queda al margen de las decisiones
secretas de ellos, no cuentan con nuestra opinión en sus consejos de ministros,
esos mismos consejos son secretos, no permiten ser grabados, son tan
irresponsables que no quieren que las imágenes muestren sus posturas ni sus
argumentos. No podemos, tampoco, interaccionar diariamente con ningún gobierno,
no abren las puertas virtuales para que la ciudadanía les haga llegar
sugerencias que puedan y deban tener en cuenta en su toma de decisiones. Ni
siquiera nuestras firmas tienen peso para cambiar de rumbo al alocado sistema
corrupto, solo se comprometen a debatirla y nada más, no hay mecanismo
habilitado para que lo que desee la población tenga garantías de llegar a
realizarse.
Volviendo al
coronavirus, diré algo que de inmediato se me ocurrió, pensé que tan sonado
notición, probablemente, le diera cobertura u ocultara alguna movida mundial. Llevar
todo el foco mediático y de la gente a una noticia a la que todos somos
sensibles… la salud, es un momento ideal para navegar fuera de los radares, y a
buen entendedor pocas palabras le bastan.
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