Más de seis millones de parados
en España, un millón y medio de parados en Andalucía, y aproximadamente
trescientas mil personas paradas en Sevilla. Hoy día primero del mes de Mayo se
celebra el día del trabajo con varias manifestaciones en la ciudad. He tomado
parte en la convocada por CNT, CGT, SAC y 15M, con salida a las 12h desde Avda.
de Hytasa (Cerro del Águila) para concluir en Avda. de la Soleá (Polígono San
Pablo).
A pesar de las cifras abultadas
de personas en situación de desempleo, y de la cantidad de personas que
aprovechan para protestar en las redes sociales, muchas de las cuales son
conocidas, contactos míos. A pesar de todo ello, no me he encontrado con nadie
de estas personas a las que me he referido.
Si estuvieron y no les vi, bueno,
pero si no fue así me quedo estupefacto de la incoherencia y el poco compromiso
de la gente. Las excusas pueden ser múltiples, así como las argumentaciones, ya
se que cambiar el sistema anclado, oxidado, amañado y concebido para blindar la
posición de privilegio de algunos, así como su impunidad; es harto difícil, pero lo que no podemos es dejar
nuestros culos pegados en nuestros sofás, viendo la tele, mientras nos machacan
alegremente y a su gusto.
No hay que pensar que
manifestarse es violencia, ni que siempre la policía va a estar repartiendo
palos. No hay que sentir miedo, porque el miedo paraliza. No hay que pensar que
es una perdida de tiempo porque todo parece no moverse, pues la presión social
muy poquito a poco va dando sus resultados. Cuando existe una oportunidad para
salir a la calle en pro de nuestros derechos, ¿es mucho dedicarle dos o tres
horas para hacer un recorrido peleando por lo que nos pertenece?
He echado mucho de menos a mucha
gente, esa que es habitual entre mis contactos en las redes sociales de
Internet. Sin embargo, y como la vida siempre te guarda sorpresas, he tenido la
ocasión de saludar a un antiguo compañero de trabajo, que creo podría hacer 30
años que no le veía, y ha sido un muy grato encuentro.
La manifestación se ha completado
sin altercados de ninguna clase, los asistentes han seguido el acto con
educación y preocupados con la situación actual del país. Era frecuente estar
rodeados de personas, de todas las edades y sexo, que caminaban mientras
mantenían conversaciones que giraban entorno a la política, Gobierno, paro,
crisis, etc. He apreciado a gente muy comprometida con la causa.
Muchas personas han acudido desde
diferentes puntos de la ciudad, y han llegado en sus bicicletas, llamándome la
atención que verdaderamente venían a manifestarse. La bicicleta la han usado
como mero transporte de ida y vuelta a sus domicilios, la totalidad del trayecto
lo han realizado a pie, llevando sus bicicletas de la mano. Han prendido
banderas de sus bicicletas y a caminar, como ya he dicho con orden y respeto
absolutos.
Me llevo muy buena impresión,
tengo que equiparme mejor para la próxima, he disfrutado de compartir este
tiempo por la lucha de nuestros derechos sociales y laborales. A ver si
organizamos un grupito de conocidos para futuras reclamaciones públicas en la
calle. ENTRE TODOS, SI SE PUEDE.
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