Sobre el tema
de la estafa de los cursos de formación en Andalucía, por ejemplo, hay varios
extremos que me llaman la atención. Casi todos los empresarios de los centros
de formación involucrados en el fraude, fueron con anterioridad altos cargos de
la Administración; o bien conocían las carencias, los puntos débiles, o bien
han contado con apoyo de otras personas de la Administración para realizar los
fraudes. Casi siempre, estos ex altos cargos, políticos nombrados a dedo,
poseían un grupo de empresas todas dedicadas a la formación para el empleo, con
las diversificaban para jugar al despiste. También han dicho en radio que a
veces la estafa consistía en que se convocaban cursos que no se impartían o que
se nombraban personas como alumnos, elegidos de una base de datos sin su
consentimiento que incluso al terminar un curso los volvían a matricular en
otro curso ficticio.
Es que son
temas tan escabrosos y retorcidos, que cuesta comprender que nadie revisara,
vigilara o inspeccionara lo que estaba moviendo tanto dinero y en la misma
dirección. ¿Han escuchado ustedes las voces de los políticos ex compañeros de
los delincuentes pedir a grito pelado que les condenen?, ¿verdad que no?
La corrupción
es de tal magnitud que envuelve a muchos más de los que la actualidad nos
presenta. Hay cantidad de personas que han firmado documentos relacionados con
los cursos y las subvenciones. Muchas personas que se rasgan las vestiduras en
los medios de comunicación cuando alguien generaliza y dice que la casta
política está corrupta, que son unos chorizos, que son todos los de las cúpulas
de los partidos igual de desarmados y delincuentes. Sin embargo, caben muchos
más, hay que meter a muchos más, porque o han intervenido o han dejado de hacer
sus cometidos o sencillamente, se han convertido en cómplices con su silencio.
¿Por qué un
proceso contra esta clase de gentuza tiene que hacerse esperar tanto?, con la
cantidad de gente preparada que tenemos en el país, gente independiente,
experta en temas económicos, fiscales y en derecho, con el pedazo de grupo
policial especializada en delitos fiscales y fraudes; ¿cómo es posible que les
resulte tan fácil estar libres, habiendo perjudicado, ofendido, mancillado y
empobrecido a la totalidad de los ciudadanos?
Unos buenos
años de cárcel para estos delincuentes y que no le permitan comprar su
libertad, que no haya fianza para ellos y que le exijan la devolución integra del
dinero recibido, mal empleado y por tanto estafado. Ninguna contemplación con
todos los corruptos que hay en este país, que siguen, incluso, ejerciendo
labores públicas. Ya está bien de tanta contemplación con quienes no se la
merecen, ya está bien de alzar la voz dentro de los partidos para decir, hipócritamente,
que los tales les merecen todo el respeto y honorabilidad. Ahora toca alzar la
voz para pedir que les investiguen a fondo y si son culpables que vayan al trullo,
sean del color que sean y se apelliden Chaves, Griñan, Barberá, Camp, Rajoy, Aznar
o como quieran llamarse.
No hay comentarios:
Publicar un comentario