Limpieza
general, ya toca, tras cuarenta años de libertinaje, ya toca que se vayan a sus
casas y dejen que el barco sea llevado por otros. Ya toca que se comience de
nuevo y se revisen todos los acuerdos firmados por los ineptos que nos han
precedido. Ya toca que se revoquen todos aquellos que se firmaron para
beneficiar a terceros y en ningún caso a los ciudadanos. Es hora de la
regeneración pero de verdad, no la anunciada por los falsos que nos están
ingobernando, es la hora de revisar y anular todas las leyes que conceden
privilegios a quienes quieran que sean y como quieran apellidarse.
No es que haya
que tocar la constitución, es que quizás haya que hacer una nueva para devolver
el poder al pueblo, no a una serie de individuos a la sombra, no a la sangre
azul, no a los presidentes de ciertas corporaciones multinacionales. Esto ya se
ha acabado, el año del chupóptero se ha terminado, la vidilla de los maleantes
de traje y corbata se ha finalizado, los saqueos a las arcas públicas se han
terminado, comprar la libertad ya no existe, ya no os vale el dinero para
manipular España como veníais haciendo. Ahora se habéis quedado sin amiguetes
en el gobierno, ya no hay mas chanchullos, ni más cinco por ciento de las
adjudicaciones, ya no pagamos más de lo que valen las obras, ya no nos
endeudamos más. Es hora de que los ricos paguen religiosamente en consonancia a
sus fortunas. Se acabó el juego.
Esto lo está
pidiendo a voces la ciudadanía de este país y hay que actuar rápido antes de
que le extraigan toda la sangre al enfermo y muera. Las transfusiones de gente
nueva son urgentes, la expulsión de todos los políticos, senadores y demás
cargos de instituciones que llevan años anquilosados en sus sillones, hace
falta jubilarlos, claro en las condiciones que corresponden a cualquier
trabajador. Es necesario bajar los salarios astronómicos de la gente y sus
pensiones. Hay que revisar y revisar para poner al día todo el desatino de los
últimos cuarenta años. Hay que hacer borrón y cuenta nueva, construir desde
abajo oyendo a los ciudadanos, y crear el país que nosotros queramos, no el que
nos impongan, venga la imposición desde donde venga.
Sobre todo hay
que hacer mucha limpieza, solo tirando lo que no sirve, se puede crear un
ambiente más respirable, más ordenado, más transparente si se quiere. Es una
forma de fomentar la higiene en las instituciones, hay que coger la lista de
empleados, conocer los que se metieron a dedo, valorar sus conocimientos,
experiencia, saber lo que hacen y si no sirven, a la calle. Así hay que hacer
con todo, sanear, limpiar, es necesario y fundamental al haber llegado al punto
de corrupción que se ha alcanzado en casi todas las instituciones de este país.
Al haber tantos agujeros por donde se van los recursos, al habernos dejado
arrastrar por un modelo productivo casi nulo, impuesto por Europa como norma de
competitividad, mejor llamémosle de nulidad y sometimiento; limpieza, limpieza
y limpieza.
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