Sigo acordándome del 15M, ese
movimiento ciudadano al que tanto llegaron a temer los que sostienen este
sistema podrido lleno de corruptos, ¡cómo los engañaron! El engaño comenzó en
el mismo momento que le lanzaron el órdago de que para hacer algo por la
sociedad tendrían que entrar al juego, convirtiéndose en un partido político.
Los corruptos y viciados del sistema podrido sabían que en cuanto estuvieran en
el mismo tablero de juego que ellos, tendrían que acatar sus normas, las que
ellos tienen establecidas, por las que te cortan las alas, le quitan el poder a
la ciudadanía y le roban. El 15M ilusionó y mucho, pero la actual política es
poco menos que vomitiva y nauseabunda. En la política actual todo está estratégicamente
planteado, las normas encorsetan las ilusiones y los proyectos que se aparten
de los intereses de los propios partidos o del de los patrocinadores del circo
político: avaros empresarios y usureros banqueros.
Nos han vuelto a engañar, el
poder existente ha vuelto a traicionar los deseos de la ciudadanía, sobretodo,
han hecho lo que vienen haciendo desde hace décadas, separar a la gente, desunirla,
dividirla. Si se establece un nuevo partido es motivo de una nueva división
entre los partidarios de los que había y este otro. La división es un éxito del
sistema podrido, se vale de la distancia entre la gente para imponer su poder y
es de esto lo que no se dan cuenta mucha gente. Hay que desclasificarse: de
izquierda, de derecha, del PP, del PSOE, de PODEMOS, de C’s, etc., ese no es el
camino, esa es la senda marcada por el poder existente para asegurarse la
continuación en el mando de la nación. La inteligencia de las personas ha de
estar por encima de eso, somos personas, ciudadanos y ciudadanas, tenemos unas
necesidades básicas similares y debemos luchar juntos por conseguir el nivel
más satisfactorio de vida y progreso. Los éxitos solo pueden ser conseguidos si
nos mantenemos unidos, proyectando las bases que sustenten una sociedad donde
tengamos cabida todos, donde se respete a todos, donde tengan trabajo todos,
donde llegue el dinero a todos, donde todos puedan acceder a todos los
servicios públicos y donde se redistribuya la riqueza por igual para todos.
Solo así creceremos como colectivo, como sociedad, como población, como vecindad…
como humanidad.
De esta unión nunca hablan los de
arriba, ellos prefieren que existan cuantos más núcleos individuales mejor, con
ideologías diferentes que se enfrenten a los demás, que creen distancia con los
demás, disputas, tiranteces, ira, violencia, desentendimiento, etc. Esto les
satisface porque les asegura su mandato, piensen, si los contrarios son
incapaces de construir un bloque de contrapoder, su poder es indestructible, no
hay fuerza suficiente para derrocarlos. Ese es el juego del sistema podrido
instalado en España. En estos momentos ya habrán saltado algunas voces que
digan: “como en medio mundo”. Ya sé
que hay demasiados que gustan de la comparación para restar importancia a lo
que sucede aquí, pero yo cito lo nuestro, primero necesitamos solventar lo que
sucede aquí que nos afecta directamente a nosotros, ya se verá luego lo de
fuera. Hay necesidad de desclasificarse, no hay que ser de nada, no hay que
pertenecer a nada, somos la sociedad en su conjunto y debemos luchar juntos,
unidos, olvidando colores, siglas y banderas. O lo hacemos o nos seguirán ninguneando
como vienen haciendo. El poder puede ser nuestro en el momento que lo
decidamos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario