Para el mal Gobierno que tenemos
solo existe Puigdemont y su lucha por impedir sea investido. Antes ya echaba
poca cuenta a los problemas de la gente, ahora, sencillamente, no existen. En
lugar de hacer política y tratar de resolver un tema político por esa vía, lo
que están haciendo es presionar a los diferentes órganos de la judicatura para
que le den la razón e impidan que Puigdemont pueda llegar a ser el Presidente
de los catalanes y las catalanas. El PP se ha metido en una pelea contra el independentismo,
algo que está muy arraigado en la sociedad catalana, y pretende que se esfume a
base de crear miedo en esa sociedad, reprimirles con cargas policiales o con
acciones antidemocráticas, sin respetar la legalidad vigente y los tiempos judiciales.
Rebelarse contra la población no
solo lo han hecho los dirigentes catalanes, nuestro Gobierno, el del PP, se ha
rebelado y, hasta traicionado a la población española cientos de veces si no
miles de veces. Lo ha hecho cada vez que ha dictado un decreto contrario a los
intereses de la ciudadanía, cada vez que ha prevaricado, cuando firmó el Art.
135 de la Constitución, cuando ha robado nuestro dinero, también, cuando lo ha
regalado. Igualmente se ha rebelado contra todos nosotros cuando ha privatizado
recursos saneados y públicos para dejar el negocio en manos de sus amigos y
familiares. Todo esto lo ha hecho continuamente y no ha sido juzgado por
rebelión o alta traición al pueblo español… es que el PP la tiene tomada contra
los catalanes, además de temer perder el veintitantos por ciento del PIB, que
es lo que representan los ingresos procedentes de Cataluña, sobretodo, esto
último. Son intereses económicos los que les mueven, están en política para
hacer negocios y para robar. El ochenta por ciento de los españoles y españolas
lo comprendemos así a la vista del camino andado por esos infractores y
delincuentes, por esa partida de corruptos amparados bajo las siglas del PP.
El sistema lo tienen atado o
agarrado y debería explotarle en las manos, es lo que se merecen, que todo se
les venga abajo y que se vean en la más absoluta miseria. No hay cosa que me
gustaría más, por indeseables, por insensatos, por chorizos, por mentirosos y
por traidores. Para mí son traidores de la patria por mucha pulserita que
lleven puesta o por muchas banderas que saquen en los mítines o pongan en los
balcones de los lugares públicos. Nos han robado a destajo, nos han
empobrecido, se han cargado la línea ascendente de bienestar que veníamos
experimentando, consintiendo el fraude fiscal de los que más tienen, de los
poderosos, no persiguiéndolo, regalando nuestro dinero y pervirtiendo todo el
tema laboral con sus reformas y medidas de austeridad… ¡no olvidamos!
Solo cuando ellos se vieran como
nos vemos el grueso de la población, empezarían a comprender qué es lo que
hicieron con esta tierra. Cómo han jodido a sus habitantes con la brecha social
abierta gracias a sus políticas. Ahora casi todos somos mucho más pobres,
tenemos menos poder adquisitivo, mientras que unos pocos son más ricos. Todo
sucede sin darle solución porque los que lo crearon no son los indicados para
arreglarlo, tendrán que ser otros, pero en este país, todos parecen abducidos
con el tema catalán, epicentro de la vida española, mientras aumentan los
pobres, la gente sin ingresos, sin trabajo y sin poder comer o pagar sus
facturas.
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