Camps ha sido reprobado por las
cortes valencianas por todos los grupos y con la abstención del PP. De nuevo
otra gilipollez de esta a la que los políticos nos tienen acostumbrados, ¿para
qué sirve si no hay una ley que ampare la decisión que toman?, ¿a qué están
jugando? Sabemos que hay descontento, ¿y qué?, ¿a dónde nos lleva esto,
soluciona algo? Resulta que la decisión de desaparecer del panorama político
está en manos del propio Camps, él es el único que puede dimitir si quiere
porque como siempre el acta es suya, no del partido. ¿Cuánto tiempo necesitan
los políticos para modificar las leyes y que esto no vuelva a suceder? Esto es
como lo de la corrupción, no todos roban pero sí que callan y no acusan, convirtiéndose
en cómplices de aquellos. Esto es lo mismo, hacen el teatrillo pero no legislan
para poner a los indecentes en la calle, de algún modo todos lo toleran y
permiten con su inacción.
¿Se imaginan que en las empresas
sucediera algo parecido? Que no se pudiera despedir a los trabajadores
indeseables, porque solo él tuviera la potestad de decidir marcharse
voluntariamente de la empresa… el caso es similar, ¿no creen?, pero unos son
unos y otros son otros, ya lo vino a decir Rajoy ayer cuando refirió que eso de
meterse en el mundo de los empresarios era mal asunto. Por eso los políticos
tienen los privilegios que se han concedido mediante sus leyes hechas a medida,
y los trabajadores están desprotegidos y a merced de lo que quieran los empresarios,
ya saben el dicho tan conocido: “esto es
lo que hay, si te interesa bien y, si no, ahí tienes la puerta de la calle”.
Todos los que nos hemos llevado trabajando unos pocos de años, hemos tenido
oportunidad de escucharlo en las empresas, bien porque nos lo hayan dicho a
nosotros o a algunos de nuestros compañeros o compañeras.
La política y la empresa tienen
una connivencia, que en muchos casos, podríamos calificar de mafiosa. Esa
connivencia da origen a la corrupción, a los corruptos y a los corruptores,
aunque estos últimos estén escapando impunes de todos los casos en los que han
intervenido, habría que ahondar para llegar a comprender los motivos por los
que los empresarios se libran de la acción de la justicia… porque son los que
mandan, los que sostienen la delincuencia monetaria de la que se financian los
partidos que gobiernan. Entonces, los gobiernos ejercen presiones sobre jueces
y fiscales para que los empresarios se vayan de rositas. Hay una mafia
terrible, capaz de cualquier cosa con tal de preservar sus negocios. Ellos son
los que hacen de este país una cloaca y, de las Instituciones, casinos. ¡Qué
poca vergüenza tienen nuestros políticos, mucha menos vergüenza tiene el
gobierno de turno!, ¿están amenazados, han recibido cartas con recortes de
letras, como vemos en las películas, anunciando algo terrorífico contra ellos y
sus familias? Si no es así, ¿Qué sucede en este país, por qué proliferan los
hijos de malas madres y, por qué todos se meten en política? Se debieron dar
cuenta que en política se tiene línea directa con el vicio, el desmadre, el
enriquecimiento despiadado, la traición, la corrupción, etc., y se deben sentir
muy atraídos por este delictivo estilo de vida.
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