La locura se ha desmelenado y
todos los ultras se han disparado… “¡ha sido rebelión!, ¡que no les dejen salir
de la cárcel en toda su vida!”, los de Vox se han atrevido a pedir 74 años de
prisión por arriesgarse a soñar un modelo diferente al que concretaron unos
señores en el año 1978 con “cuñita” real incluida… ¡vaya crimen! Sin embargo,
presentarse a unas elecciones en 2011, con un programa electoral, y hacer todo
lo contrario, o sea, engañar a todos los españoles y españolas, es ser el
salvador de España. Ser el Presidente del partido más corrupto de Europa no ha
sido motivo para que esos mismos exaltados, incluido Pablo Casado, pidiesen
prisión para ese irresponsable que nos traicionó a todos y a todas. Habernos
atracado a todos, haber saqueado continuamente el país, haber consentido las
cloacas del Estado y toda la pestilencia política con la que se han manejado, convirtiéndose
en una auténtica organización mafiosa y criminal para delinquir, no fue suficiente
para que los ultras gritaran pidiendo justicia como ahora parece que hacen
cuando piden un chaparrón de años de cárcel para gente que haciendo política se
atrevieron a soñar con un modelo diferente al impuesto.
Resulta que conducir un coche
yendo hasta el culo de drogas e irse, directamente, hacia un ciclista y matarle,
solo puede ser castigado con cuatro años como máximo, que es lo que vale la
vida de una persona que la pierde en esas circunstancias, por indicaciones de
nuestro código penal. Sin embargo, atreverse a soñar un país distinto, según la
extrema derecha, debe ser castigado hasta con setenta y cuatro años de prisión,
a pesar de que ningún independentista mató a nadie sino más bien todo lo
contrario; hemos visto imágenes de policías y guardias civiles dando porrazos,
patadas, empujones escaleras abajo, tirando de los pelos a personas que se
habían sentado en el suelo, dando puñetazos, etc. Unos querían votar y otros
llegaron para abortar aquel acto ciudadano y democrático, a cualquier precio
porque era una vergüenza para el partido en el poder que una población sacara
las urnas y se atreviera a echar un pulso al “orden” establecido.
La extrema derecha tampoco se
levanta contra los que mantienen unas leyes que permiten robarnos e ir a la
cárcel solo por cuatro años, como acaba de suceder con Rato, no devolver lo
robado; y no he escuchado a Pablo Casado decir nada al respecto, tampoco le
escuché cuando el anterior ministro de interior del PP se reunió con el fiscal
jefe anticorrupción catalán para tratar de “afinar” ciertos asuntos contra
políticos de la oposición que estorbaban al PP. Tampoco reclama la extrema
derecha los dineros regalados a las Cajas y Bancos que ellos mismos, o sus
amigos, saquearon como mejor pudieron y quisieron: copas, drogas, putas, lencería
de lujo, viajes, etc. Ninguno pidió para esos políticos delincuentes que causaban
un daño irreversible a los fondos públicos y, con ello, al conjunto de la
ciudadanía española, setenta años de cárcel y la devolución de los dineros…
¿tan grave es pensar diferente, o tratar de vivir de un modo distinto? Cuando
se piden esas penas ejemplares hay que pensar un poco y ver la mierda en la que
está cimentado nuestro sistema, nuestro Estado, la cantidad de personajes
peligrosos que nos han gobernado y nos gobiernan, gente con influencias que se
relacionan CON gente aún peor, más peligrosa, para que haga cosas amorales y
descabelladas, que nadie condena, en especial esos voceros, que parecieren ser
los únicos portadores de la bandera nacional, o llevar la patria sobre sus
hombros. Antes los payasos eran los de la tele, ahora hay payasos por todos
lados, en los partidos políticos, y en las Instituciones no digamos.
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