Ya están las elecciones andaluzas
aquí, y qué podemos hacer, lo pregunto porque si el gobierno autonómico no
puede contradecir al ejecutivo nacional, y este no puede contravenir al
parlamento europeo… ¿qué coño vamos a cambiar? Desde luego tengo que votar a los
que hablan más parecido a cómo lo hago yo, o cómo pienso, pero aun así eso no
es garantía de nada. El resultado siempre será un maquillaje, algo superficial,
un enlucido de paredes, pero la base, el fundamento del asunto sobre el que se
sostiene todo este engaño al pueblo, continuará. ¿Por qué digo que es un engaño
a mi vista?, porque el sistema está establecido y ordenado desde arriba… abajo
solo tenemos la actuación, la representación dramática, el teatro, en ocasiones
un circo. A pesar de todo ello votaré, seguiré empujando el muro del frontón
levantado con ayuda de miles o millones de traidores al pueblo español y a los
andaluces, en este caso que me ocupa, por estar tan próximas las elecciones al
Parlamento de Andalucía.
Nadie dice cómo se puede terminar
con el desempleo, nadie tiene la llave porque la llave la tiraron al fondo del
mar. La gente es como si no importara al sistema más que para sostener el
chiringuito que les facilita hacer negocios, asignarse sueldos millonarios o
blindarse pensiones altísimas. ¡La gente del pueblo de la clase más humilde
tiene necesidades!, mientras tanto, varios miles de personas con puestos concedidos
a dedo, como favores, como parte del pago de la sumisión de años anteriores,
como compensación al silencio ante la corrupción que campaba a su alrededor,
están ocupados y ganando un buen dinero…
¡eso!, sencillamente ocupados, sólo ocupados, dejando que el tiempo transcurra,
haciendo ruido, sin que las soluciones lleguen, no hay urgencia alguna para
socorrer a los que no tienen casi nada para vivir, y que no salgan con los
asquerosos 426 € de una ayuda… ¿alguien puede vivir con eso?, mientras se
llevan miles de euros, callan bocas con limosnas, o tratan de hacerlo sin que
les de nada por el cuerpo.
Eso es la política en esta era
moderna, quizás siempre lo fue, pero hay que preocuparse del momento, del
ahora, porque lo que pasó no se puede cambiar; sin embargo, mañana puede ser
diferente. No obstante, qué hacer contra el sistema que encorseta y direcciona
a la sociedad conforme a sus intereses. Es entonces cuando sobra toda la
letrilla que siempre tienen los parásitos de lo público a mano, todo eso del
Estado de derecho, de la democracia y todas esas frases hechas que tan bien
quedan, pero que tan vacías están. Es entonces cuando a la cabeza vienen
pensamientos e imágenes terribles, es cuando el deseo de reventarlo todo se
hace insoportable porque no se ve ninguna solución en manos de tantos
impostores y traidores.
Sigan jugando, que siga el juego,
hagan juego… ¡partida de payasos aforados! ¿Quién puede sentir amor por los sistemas
del mundo?, si es que dan asco. Hay que estar bastante ciego como para seguir
siendo una oveja… ¡pobres ovejas! Ellos saben que no pueden hacer nada, ellos
saben que las directrices están planificadas. Ellos saben que si mueven dos
para allá, tienen que mover otras dos para aquel otro lado, El mundo da pena,
las Instituciones del mundo dan pena, los presidentes de los gobiernos
mundiales dan pena, los reyes de todos los países dan pena, y todo es una gran
mentira monetaria… ¡no hay más!
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