Esta sociedad no quiere que la
gente progrese, subir el salario mínimo interprofesional significa, según el
Banco de España, que se empeore el empleo para los jóvenes y los mayores, que
vaya a haber más despidos y toda esa parafernalia a la que nos tienen
acostumbrados los que desean llevarse los beneficios pagando salarios de
miseria y haciendo trabajar a la gente 10 horas, mientras pagan cotizaciones a
la seguridad por dos o cuatro horas.
¡Qué bien parece adivinar el
Banco de España lo que va a suceder!, pues no debemos de olvidar que la crisis
pasó por delante de sus narices, pues fue responsabilidad de las entidades
bancarias, y no olieron nada. Por su culpa hubo que regalar miles de millones
al sector, sobretodo, a las Cajas que actuaban como las huchas privadas de los
políticos y no fueron capaces de atisbar lo que allí sucedía, las cuevas de
ladrones que albergaban, los derroches continuados de sus amigos los políticos
deshonestos… y no dijeron nada. Ahora toca ayudar a los menos pudientes, a los
del vagón de cola, y eso no interesa a nadie, en especial, a los que se codean
con las élites monetarias. Siempre que la medida es a favor de la gente, la
queja de los empresarios y los banqueros no se hace esperar. Después están los
programados del sistema que se expresan como discos rayados: “el empresario es
el que da los puestos de trabajo… a las fortunas no se les puede tocar porque
se van… dejarán de invertir… etc.” Un país no puede ni debe estar a merced de
especuladores, un país no puede estar para comer las migajas que grandes
empresarios y banqueros quieran dejar desperdigadas para que las coma la
población. Un país debe tener sus propios recursos en todos los ámbitos, ha de
ser autosuficiente en todas las materias, y si alguien por sentirse más libre
quiere tener su propia empresa que la tenga, pero la Administración pública, que
somos todos y todas, debemos tener nuestras industrias, nuestros comercios,
debemos estar metidos en todos los gremios, debemos fabricar de todo y debemos
entender que consumir lo nuestro es lo que nos asegura la riqueza como país y
su consecuente repercusión en la ciudadanía. Yo solo llego a comprender que una
organización de ese modo es la que podrá resistir los embates prepotentes y
crueles de una economía despiadada e insensible con las clases más pobres.
Somos nosotros los que debemos cuidar de nosotros y nosotras, seguir en manos
de grandes especuladores, sean empresarios o banqueros, no es una buena idea,
ellos siempre van a trabajar por saquear ese país en el que intervengan, cuanto
más mejor.
Los políticos llevan años,
décadas, durmiéndose en los laureles, perdiendo el tiempo porque no atajan los
temas fundamentales que son los cimientos de la sociedad española. Privatizan
sin tener en cuenta que lo que hacen es empobrecer, debilitar los recursos propios
de la estructura firme del país. Ponen al frente a políticos que no son
expertos en las funciones que deberían acometer, porque los partidos que
gobiernan extienden sus tentáculos, con tal de tener una pica en Flandes en cualquiera
de las empresas públicas, dando empleo solo a sus políticos, sin abrir
convocatorias libres y públicas para que pueda acceder cualquier persona preparada,
cualificada, apta, con méritos y experiencia suficiente para los cargos que se
deban nombrar o habilitar. Estos son tonterías, pinceladas de sentido común,
que parece le faltan a los políticos, a los de ahora y a los de antes, ¿acaso
son tontos?, no, no quiero decir eso, pero les es más cómodo ajustarse al
modelo porque ya rueda por sí solo. Lo contrario significa coger las riendas o
el timón y tomar decisiones, ser valiente para enfrentarse a los especuladores,
y tener la responsabilidad sobre sus hombros del desempleo y otras cuestiones.
De esta forma es fácil tirar la pelota fuera… “el empleo es cosa de los
empresarios”. Yo digo que el empleo es responsabilidad del Gobierno que
gobierna, pero eso es precisamente lo que no hacen los gobiernos… gobernar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario