Las personas
tenemos derecho a tener un trabajo y una casa, así como unas condiciones dignas
que nos proporcionen una cierta tranquilidad y calidad de vida. El sistema ha
de ser el conjunto de mecanismos que favorezcan la autogestión, además de las circunstancias
propicias para que todos podamos vivir decentemente. Por lo tanto, cualquier
grupo de personas, cualquier gobierno de cualquier corporación autonómica o
nacional, que se oponga a ello, que ponga palos en las ruedas del carro, no nos
sirve a los ciudadanos.
Cualquier
ciudadano ha de estar empleado, de alguna forma, para llevar a casa el sustento
necesario para poder vivir. Quiere decir esto que no es que haya que darle
dinero por la cara a nadie, sino que se deben establecer rutinas de trabajo en
bien de la comunidad en los casos que no tengan otro medio de vida, para que
esas personas cobren y el beneficio de su trabajo redunde en todos.
Se debe
establecer un salario mínimo en los trabajos, por ejemplo: 1000 €, para que las
personas empleadas puedan hacer frente a sus obligaciones y puedan consumir
moderadamente. Del mismo modo, como se expone en el párrafo anterior, los
desempleados recibirán su salario por las contraprestaciones realizadas a favor
de la comunidad, de su ciudad o pueblo, etc. No se deben pagar ayudas o
subvenciones por no hacer nada, porque esto fomenta que muchas personas se
relajen en la búsqueda de trabajo o, sencillamente, no lo busquen y en otros
casos, que cobren las ayudas y trabajen por su cuenta al mismo tiempo, sin
declarar nada de nada. Esto ocurre porque las ayudas son insuficientes e
invitan a ello porque comer hay que comer. De la forma que manifestaba
anteriormente, esto no sucedería, cobras pero a cambio de un trabajo para tu
ciudad.
Por qué hay
que hablar de todo esto porque los que dirigen el cotarro, envueltos en la
corrupción, corruptos por tanto, facilitan la delincuencia y el vivir fuera de
la ley y el orden. Son incapaces de proyectar un plan, sencillo por otro lado,
como el que estoy refiriendo. En el paro, hay muchas personas que tienen experiencia
de las más diversas profesiones y especialidades, personas válidas para
desarrollar un buen trabajo, solo hay que marcarles unos horarios y unos
lugares de trabajo, seguro que estarían encantadas de trabajar de un modo u
otro y llevar su sueldo digno a casa. Lo del paro hay que darle una vueltita
porque es importante que las personas no se descuelguen de la disciplina del
trabajo. Las personas tienen que sentirse útiles, tienen que seguir el ritmo de
levantarse temprano y sentir que hay una tarea por hacer apropiada a sus
conocimientos y experiencia.
Hay que poner
fin a servirse del elevado número de parados para abaratar las condiciones de
trabajo, para eliminar los derechos de los trabajadores y los convenios
colectivos. Ha llegado la hora de proteger a las personas.
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