DE VUELTA A LOS SESENTA

Cuando yo era un niño, allá por los sesenta, era corriente ver por las calles a personas que hacían su negocio o tenían su medio de vida, con un carro tirado con un burro. De esa forma se repartía hielo por las calles, también el vendedor de tiestos de alfarería y bucaros, etc., pero era frecuente ver al que venía recogiendo chatarra o cartones de la misma forma, con un vehículo de tracción animal. Esto se había dejado de ver, no obstante, lamentablemente, volvemos a verlos por las calles; de nuevo tenemos a personas que se buscan la vida con este medio de transporte que no les exige el continuo paso por las estaciones de servicios.

Vamos mal, yo diría que no levantamos cabeza aunque las voces del “ingobierno” digan lo contrario y es que ya sabemos como actúan, tratan de decir muchas veces una mentira con la esperanza de que se convierta en una verdad. Y la verdad es que hemos retrocedido en el tiempo porque ya vivíamos demasiado bien para según qué censuradores de la sociedad política y económica. Ellos, que siempre han vivido y viven por lo alto de nuestras posibilidades. Ellos, que se asignan sueldos y privilegios como ninguno de los ciudadanos podemos disfrutar. Ellos, que han creado una sociedad de clases o mejor clasista. Ellos, que han roto y rompen constantemente las reglas del juego cuando les interesa, a pesar de que se desgañitan en decir lo contrario o tachar de anti sistema a cualquiera que difiera con sus opiniones.

Es una lastima que tengamos que comenzar a ganarnos lo que ya teníamos porque los “ingobiernos” del PP y del PSOE, han sido incapaces de preservar el bienestar de los españoles a favor de los intereses de los poderosos, empresarios, multinacionales, banqueros e instituciones como el FMI, la UE o el BCE. Nadie nos ha protegido en ese acto de arrodillamiento de los “ingobiernos” antes citados y no creo que nadie, ningún español, les votara, les diera su confianza para que nos traicionaran de esa vil manera. Nadie pasa por las urnas para que le bajen los salarios, para que no llegue la fecha de la intervención quirúrgica por falta de recursos o medios, para que sus hijos no puedan estudiar o peor aún, para que no encuentren trabajo y no digamos para que los padres y madres de familia pierdan sus puestos de trabajo. Pues todo esto lo han ocasionado los “ingobiernos” que estamos padeciendo los españoles, por eso no cabe más que pensar que esa gente que dirige ni son patriotas, ni son españoles, ni son solidarios, les importa la gente un carajo y son inhumanos, egoístas hasta límites insospechados, solo ven elecciones y tratar de ganar; no hay más para esta gente tan mediocre.

Hace falta que los ciudadanos nos dejemos de colores y romanticismos de partidos, sean cuales sean sus siglas y decidamos con la mente, oigamos los mensajes que nos lanzan y seamos inteligentes en nuestra decisión de a quienes vamos a apoyar. Hace falta que nos demos cuenta de la mierda en la que nos han metido, de cuantas empresas han hecho que cierren, de cuanto nos han deteriorado el bienestar y de cómo nos han hecho perder los derechos adquiridos a través de tantas luchas a lo largo del tiempo y seamos nosotros los que les pongamos en su sitio a esos insensatos, a esos miserables.