Lo primero es
tener trabajo porque es el elemento más básico de la economía familiar, sin
trabajo no se puede adquirir alimentos, productos para el aseo y mucho menos se
pueden adquirir otros tipos de bienes menos necesarios. Sin trabajo solo hay
pobreza, desesperación, violencia y robo.
Todos
necesitamos sentirnos útiles, tener una ocupación diaria que nos genere o
reporte un salario con el que poder afrontar los gastos obligatorios y
necesarios. Algunos dicen que no es obligación de ningún gobierno dar trabajo,
puede que esto sea así hasta cierto punto. El Estado no es un invento al margen
de los ciudadanos sino una creación de los mismos, mantenida por los mismos
para gestionar las decisiones de los ciudadanos. Al menos, esto debería ser,
aunque algunos lo entiendan como la empresa nacional de los altos cargos y de
sus amiguetes. Llegados a esta manera de entender las cosas, en situaciones
donde no se genere trabajo y se incrementa la población desempleada, el Estado,
los gobiernos, tienen que crear las situaciones para que se originen puestos de
trabajo e incluso tendría que crearlos.
A la gente no
se le puede dejar morir, son ciudadanos, son parte del Estado, son coparticipes
de ese ente y por tanto el Estado tiene que velar por su seguridad y bienestar.
No se les puede abandonar como ocurre en la actualidad, donde se recortan las
prestaciones hasta tal punto que se les deja a familias enteras sin trabajo,
sin ingresos y tirados en la calle porque además ha venido el banco y les ha
desahuciado.
El sistema no
puede seguir siendo la cueva de Alí Babá o el centro de negocios y comisiones
de altos cargos así como de sus amigos. El sistema tiene que proteger a las
personas y no a las grandes fortunas, multinacionales o bancos. El Sistema no
puede seguir siendo un parasito de los ciudadanos, tiene que generar recursos,
producir para mejorar la calidad de vida de las personas que con su esfuerzo y
contribución económica mantienen y sostienen el Estado, los gobiernos y
demasiados cargos políticos sin responsabilidades y atribuciones definidas.
Personas, estas últimas, parasitas a su vez del ente parasito en el que se ha
convertido el Estado para los ciudadanos.
Los que más
tienen no pueden seguir exprimiendo el sistema, el Estado, el gobierno o el
Ayuntamiento de que se trate. El fraude fiscal de esa gente es terrible y
considerable, hay que perseguirlo y pocas son las voces que se levantan, públicamente,
para denunciarlo. Por supuesto que el “ingobierno” que tenemos está callado,
además de tener dinero en Suiza y estar financiado ilegalmente, ¿qué van a
solucionar delincuentes como estos?, es imposible, a esto se llama: esperanza
cero. La única voz, al menos una de las pocas que se alza clara y bien alta,
vuelve a ser la de PODEMOS, mal que le pase a algunos o a muchos y aunque
algunos se esfuercen tanto en desprestigiarlos. PODEMOS está hablando claro,
como casi nunca se ha hecho en este país y esto lo aprovechan, algunos
vividores del sistema, para tratar de crear miedo entre los ciudadanos, porque
tienen la certeza de que las condiciones de vida para los ciudadanos van a
mejorar y mucho, en la misma proporción en que va a empeorar la vida de los
vividores y delincuentes de este país, entre los que se encuentran ellos.
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