Los jueces al servicio del
gobierno y cuando dejan de estar a su servicio, se disponen para estar al
servicio de Europa, todo menos servir a los ciudadanos. Las leyes y los
acuerdos serán los que sean, pero de ningún modo deben estar en contra de la
seguridad ciudadana o de los intereses de los ciudadanos, como viene sucediendo
últimamente.
No se puede excarcelar a gente
peligrosa porque lo diga Europa, no se puede soltar a gente asesina, este tipo
de gente tiene que estar encerrado de por vida, la cadena perpetua es lo más
lógico para gente que ha asesinado premeditadamente, calculadamente y fríamente,
tuvieran las razones que creyeran tener. Esta gente no puede, no tiene derecho
a ver o pisar la calle de nuevo, puesto que sus victimas no lo pueden hacer,
¿por qué ha tener mayor derecho el asesino que las personas asesinadas?
Ni hemos tenido, ni tenemos, un
gobierno con un par, para defender y preservar nuestra seguridad, se ensañan
con los ciudadanos que se manifiestan o protestan, se ensañan con los
inmigrantes que tratan de alcanzar nuestro país, se esconden detrás de
decretazos cobardes que nos arruinan las vidas a las personas decentes y no se
atreven a tratar a los asesinos como se merecen.
Las condenas han de ser integras,
¿cómo van a volver a pasear por las calles los que fueron condenados con 3000 ó
4000 años de cárcel?, ¿qué cachondeo es este?, y como cada preso nos cuesta,
según he oído, unos 70 euros diarios, que trabajen para costearse su estancia y
sobre todo para pagar a sus victimas. En el caso de delitos de corrupción y
robos, que devuelvan hasta el último céntimo sustraído antes de recobrar la
libertad. De lo contrario, se han de alargar las condenas hasta que llegue ese
momento de cancelación de la deuda monetaria para con la sociedad o sus
victimas.
Si es muy fácil, cuando se tienen
las ideas claras y se deja uno de retoricas de cara a la galería, pero hace
falta el par bien puesto, personalidad, criterio propio y sobretodo entender
que se dispone de poder para beneficiar siempre a los que le mantienen en esa
privilegiada posición, que no son otros que los ciudadanos, los que pagamos,
los que mantenemos la sociedad con nuestros impuestos, por eso no nos merecemos
ser “ingobernados” como lo estamos siendo por toda la tribu de cobardes,
prevaricadores, saqueadores, etc. que nos están manipulando, oprimiendo y
arruinando.
Las cárceles se han de convertir
en centros de trabajo, centros productivos donde cada preso tenga que hacer un
turno de trabajo de 8 horas para pagarse su estancia y mantenimiento, así como
para pagar sus cuentas pendientes con la sociedad. La insolvencia de algunos no
puede ser objeto de escape para no pagar lo que a otra persona le ha sido sustraído,
o para reparar los daños cometidos por el delincuente.
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