La justicia va
muy lenta, a paso de tortuga y los delincuentes siguen en las calles. Años de
juicios, investigación y las sentencias se hacen esperar, dicen que por falta
de medios, aunque también por la dificultad de los casos bien tramados. Algo
que habría que componer para que no sucediera y así poder limpiar las calles en
un pis pas.
Entre la
lentitud y que la justicia, en muchos de los casos, se ve secuestrada por los
mismos que le dieron el puesto en la institución de justicia, tenemos la
sensación los ciudadanos de que la justicia es laxa o débil frente a los
poderosos que cometen actos delictivos. Otras veces nos parece insuficiente,
nula o que mira para otro lado, tenemos casos muy representativos de esto que
voy diciendo: Pujol, Gurtel, Eres de Andalucía, Bankia, tarjetas black,
Urdangarín y su esposa, la Infanta Cristina, el pequeño Nicolás, etc.
Hay demasiados
temas al retortero: Paro insostenible, familias sin ingresos, familias a las
que desahucian, subidas de carburantes o de electricidad que asfixian a la gente
y a las empresas, recortes en educación, en sanidad, en dependencia, que son
recortes en el bienestar de todos los ciudadanos, un gobierno que sigue a lo
suyo y mintiendo más que cobra, que ya cobra demasiado para lo que nos está
haciendo y donde nos está metiendo, o sea, para como nos está arruinando, etc.
A pesar de todo, al gobierno solo se le ocurre pelear por las próximas
elecciones, acallar la voz de los ciudadanos, no dejar que nos manifestemos
libremente, evitan que les recriminemos lo mal que lo están haciendo, no
quieren interrupciones, prefieren que le dejemos trabajar para ganar las
elecciones, único propósito de los impresentables que nos “ingobiernan”. Entre
esto y mentirnos van pasando su legislatura.
¡Que lástima!,
cómo se van los dineros que son de todos, cómo se va el tiempo y cómo se pierde
miserablemente. Cuántos esfuerzos realizados en cosas que nada o poco tienen
que ver con un proyecto solidario, humanizado, social, industrial y de
bienestar general. Si es lo único que se ha de plantear en nuestra sociedad, en
la sociedad de ciudadanos que mantienen un sistema para vivir mejor, para
asegurarnos el poder seguir haciéndolo después de nuestra vida laboral, poder
disfrutar, consumir con cabeza, pero poder hacerlo. Nosotros no tenemos el propósito
de mantener un sistema que nos aleja a los unos de los otros, que nos distancia
en posición social y de riqueza. Queremos construir y que se emplee nuestro
dinero para construir, no para destruir, no para que se enriquezcan unos pocos,
sino para asegurarnos el trabajo, un bien y un derecho tan necesario para vivir.
Sin embargo,
los defensores de este sistema y que llaman antisistema a cualquiera que
muestra otros sentimientos, otras perspectivas como estoy planteando, llevan
una dirección contraria, totalmente errónea y nos llevan arrastrados, a la
fuerza y como son conocedores de ello y del grado de indignación que están
generando, saben que van a tener muchas reacciones en el futuro; esta es su
justificación para sacar la Ley Mordaza. Ellos son antisistemas, antigente,
antiprogreso, antihumanidad, son sencillamente depredadores dentro de esta
sociedad, a la que están desmembrando.
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