Hemos llegado
a un momento en nuestra sociedad que no debería ser necesarias tantas
competiciones y tantas confrontaciones,
disputas, acusaciones y tantos gastos para, según dicen todos, conseguir
cambiar el modelo político y social español. Si esto es verdad, me pregunto:
por qué no dejan de defender banderas diferentes, se meten en la piel de
ciudadanos españoles y estudian un programa de gobierno único, consensuado
entre todos, por supuesto que cada tema sea tratado y estudiado por
especialistas. Un grupo de médicos que decidan sobre la mejor forma de poner a
disposición de todos una sanidad de calidad, pública y universal. Un grupo de
economistas que estudien la viabilidad para llevarla a cabo sin restar
prestancia y calidad. Así con cada apartado de nuestra sociedad y que decidan libremente
los profesionales de cada tema, claro está, sin presiones externas de ningún
lobby, de ningún grupo de poder de ningún tipo, que ya está bien de vivir para
hacer ricos a unos señores anónimos para el ciudadano de a pie.
Esta es la
forma más inteligente, desde mi punto de vista de hacer la nueva política. Con
gente honesta, sensata, inteligente y que no tenga que defender colores,
banderas ni partidos. Gente suficientemente cualificada en cada sector para
poder decidir lo mejor para todos, no para unos laboratorios farmacéuticos, no
para unos inversores, no para unos empresarios potentes y no para unos
banqueros. Es tiempo de cambio y este si sería el mejor cambio, un estudio
concienzudo y profesional, ajeno a intereses partidistas o particulares sino
colectivos. Es demasiado fácil hacerlo, yo no le veo ningún inconveniente
porque para mi no está ningún interés por encima del bienestar general de la
población. Ya está bien de seguir alimentando una sociedad separatista y
clasista. Todos tenemos los mismos derechos y tenemos que sentirnos obligados
del mismo modo para conseguir una sociedad donde se pueda vivir dignamente.
Hasta que no
llegue ese momento solo estaremos tirando los platos los unos a los otros,
estaremos tirando cada uno de un pico de la manta y la manta jamás la podremos
extender, siempre estará arrugada. Hasta ese momento solo estaremos duplicando
o triplicando gastos porque cada conjunto gastará para hacer valer lo suyo,
para convencer de lo suyo y gastarán muchas energías todos en
descalificaciones, insultos y denuncias de los unos a los otros. Todo esto está
pasado de moda, ya no toca esto, hay que pasar página si queremos construir de
verdad. Yo entiendo que si eso no se hace es porque interesa este maremágnum
pues es el medio de vida de muchos que se sirven del mar revuelto para sacar su
provecho; pero que no vengan a convencernos de que están luchando por los
ciudadanos porque hace ya bastante tiempo que nos lo dejamos de creer.
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