La organización de consumidores
ha analizado cuarenta y una marcas de aceites etiquetados como aceite de oliva
virgen extra, de los cuales solo la mitad cumple con los requisitos para ser
denominados así. Una nueva estafa más a los consumidores sin que los políticos
pongan fin a la golfería de ciertos empresarios. Yo no entiendo de esto, pero
supongo que cada categoría de aceite requerirá unas especificaciones, unas
cualidades y unas calidades que justifiquen sus precios, y no puede ser que
constantemente estemos siendo engañados por todo el mundo: fueron las carnes de
las vacas locas, fue el aceite de colza, son los políticos cuando traman a
nuestras espaldas, que parece ser el deporte nacional para esa clase de
desalmados, fueron ciertas marcas de automóviles que modificaban mediante un
software la contaminación real de sus coches, fueron los bancos cuando nos
cobraron una clausula suelo ilegal, fue el gobierno de Rajoy cuando realizó una
amnistía fiscal anticonstitucional o cuando cometió cientos de casos de corrupción.
¿Hasta dónde tiene que soportar la ciudadanía española?, ¿tiene que seguir
callando y tragando?, ¿qué clase de traidores tenemos a los mandos?... ¡con lo
fácil que es legislar bien cuando no se está comprometido con unos y otros!,
pero si uno te ha prometido un puesto en su multinacional, o en el FMI, en las eléctricas,
etc., esos mismos dirigen la política del país, compran a los políticos y los
políticos se venden por un trozo de pan y algunos millones, pero no he querido
dejar de nombrar el trozo de pan, porque es una postura miserable la suya, y lo
del trozo de pan suena a eso… a miseria.
Hace unos años los empresarios se
arruinaban unos a otros dejándoles de pagar, entregándoles pagarés sin fondo,
retrasando los pagos y aniquilando a su competencia. De esto ha habido mucho y
hay, pero ninguna ley les despoja de sus empresas ya que no son dignos de ser
empresarios, y que tengan que buscar un empleo por cuenta ajena, que la ley les
prohíba a esos golfos, a esos tramposos, volver a ser empresarios o tener
nuevas empresas a nombres de otros… extremo que habría que vigilar muy de
cerca. La Administración tiene que llegar al fondo de la cuestión y descubrir
lo que sucede cuando alguien no hace frente a sus obligaciones de pago. Hay que
meterse en su contabilidad, hay que inspeccionarle, hay que conocer los
motivos, la situación financiera y comercial de ese empresario para dictaminar
la sanción que le corresponda en el caso de poder y no querer pagar sus deudas.
Hay que hacer una ley para expropiar empresas a golfos que van de esa forma…
arruinando a otros o mudando, caprichosamente, empresas porque desean obtener
beneficios mayores. Casualmente, casi todos los que hacen esto, primero se
chuparon millones concedidos por la Administración en subvenciones y
privilegios, bajadas de impuestos y cotizaciones a la Seguridad Social,
terrenos cedidos y otras muchas facilidades para que crearan empleo. Cuando se
lo gastan todo o lo derivan hacia otras inversiones de su interés, dicen adiós
muy buenas, echan el cerrojo y abren otra empresa allá donde se pueda seguir
explotando, con ayuda de los gobiernos, a la gente menos pudiente.
La violencia trae más violencia y
es cierto, no es un camino acertado, pero es que algunos se merecen un par de
ostias bien dadas. La inviolabilidad parlamentaria de la que gozan los
políticos, se han creído es extrapolable al contexto social, lo sacan de los
parlamentos, donde se pueden decir perro judío, corrupto de mierda, o cualquier
otra barrabasada, y nadie puede denunciar a nadie por ese principio convenido
en el Congreso de los Diputados. Se creen que con nosotros tienen el mismo
privilegio, nos pisotean, nos engañan y los cuerpos de seguridad les defienden,
por eso se sienten superiores, distanciados y protegidos frente a la opinión
pública. Se llevan la pasta, roban, mienten, incumplen, delinquen de muchas
maneras porque su deporte nacional es saltarse las leyes, a veces de tres en
tres o de cuatro en cuatro; a ellos no hay quien les sople en la oreja, ya se
cuidan mucho los fiscales de ir contra los del ejecutivo, todo es la misma
bazofia. Pudiendo hacerse las cosas bien, se hacen mal… a su imagen y
semejanza.
No hay comentarios:
Publicar un comentario