Podemos votar las veces que nos
convoquen a ello. Podemos levantarnos con el pie izquierdo o derecho, lo que
queráis, que mientras no cambiemos de mentalidad, de forma de pensar y,
sobretodo, de forma de ser, seguiremos como hasta ahora, dando pasos adelante y
pasos hacia atrás. El material es el que es, y con ese material no se puede
hacer grandes cosas, salvo excepciones. A la gran mayoría le importa su éxito,
no el de los demás. La gente compite constantemente, es a lo que la sociedad
nos ha enseñado, nos hemos hecho seres egoístas a los que no les importa hacer
daño al otro con tal de destacar nosotros o hacernos más ricos. Todos luchamos
por el dinero, engañamos por el dinero, no tenemos reparos en estafar y no
cumplir la ley, sucede cada día, lo vemos en los informativos.
Cuántos años necesita la ONU para
hacer su trabajo, cuándo se van a terminar las guerras, cuándo habrá paz,
justicia e igualdad en el mundo. Cuándo se va a erradicar el hambre, la
pobreza, la falta de oportunidades para los habitantes de las zonas más
deprimidas del mundo.
Cuántas veces más se van a reunir
los traidores gobernantes mundiales para terminar de destrozar el Planeta con
inútiles medidas que nadie cumple, en las falsas cumbres por el medio ambiente y
la ambición industrial y comercial de los países más desarrollados.
Cuántos miles de millones nos han
de saquear todavía los ineficaces gobernantes y demás autoridades del mundo,
antes de acabar con los recursos naturales, secar el Planeta, terminar con su
flora y fauna, hacernos a todos enfermar, llenar de plásticos los océanos,
seguir asesinando millones de animales inocentes cada día, asistir a ese
genocidio silencioso porque no hablan nuestro mismo idioma y, por eso, no
escuchamos sus lamentos, sus gritos de dolor, su desgarro antes de abandonar
esta existencia obligados por el hombre salvaje y descerebrado.
Cuántas personas han de enfermar
de males sin remedio, antes que se hago algo para hoy, no para dentro de veinte
o treinta años, porque a los empresarios hay que dejarles se rehagan
monetariamente de sus inversiones, anteponiendo esto a la salud de la población
mundial.
Hasta cuándo estaremos
manteniendo gentes ineficaces y casi sin corazón, porque las reglas de juego
que se han inventado solo tienen por objetivo los beneficios pecuniarios y no
la felicidad y el bienestar de la población.
Cuándo aprenderemos a ser seres
humanos con todo lo que ello conlleva. Cuándo dejaremos de justificarnos
diciendo que el hombre es así, depredador de su propia especie desde los
comienzos. Cómo es que ha habido ciertos seres iluminados, místicos, como
quieran llamarles que eran todo bondad y amor, ¿no es suficiente muestra de que
tenemos más, mucho más? Por qué la sociedad se mira en Bill Gate o Steve Jobs,
y no lo hace en los grandes maestros místicos o espirituales. Algo muy
importante nos lo estamos perdiendo por agachar tanto la cabeza, por ver tanta
tele basura, por escuchar a tanta gente idiota y por pensar tan poco por
nosotros mismos.