En el momento
que se ha sabido que las elecciones son inevitables, la maquinaria de los
medios de comunicación se ha puesto en marcha de inmediato, el objetivo:
fragmentar un poco a la izquierda para lograr que el bipartidismo salga
reforzado, o bien se dé el triunfo de la derecha. Cómo lo están haciendo, pues
a través de incitar a Errejón para que se presente con Más Madrid a las
elecciones… no hay otra conversación en todos los informativos. Lo que parece
mentira es que a estas alturas, todavía no se hayan dado cuenta… Más Madrid,
nace para los madrileños y sus problemas, no les van a votar fuera de Madrid o
lo harán aisladamente, recibirán pocos votos, pero serán los suficientes para
debilitar a la izquierda, que es el objetivo previsto por el poder. La ambición
tiene que frenarse en algún momento, Errejón salió de PODEMOS para acceder a
presidir la Comunidad de Madrid, pero la partida tomó un rumbo alternativo con
la unión de PP, C’s y VOX, así que ellos se lo guisaron, y ellos se lo
comieron, dejando a Errejón, un buen candidato por cierto, y a Manuela, una
extraordinaria alcaldesa, en la estacada.
La maquinaria
electoral se engrasa sin haber rectificado nada, sin haber hecho ajustes o
verificaciones pertinentes. La maquinaria es la misma, la que favorecerá, una
vez más, a los dos partidos que consolidaron el bipartidismo como forma seudodemocrática,
herencia de una transición bien impregnada de directrices franquistas. Que es
parte de la historia, pues sí, pero eso no quiere decir que todo lo que se hizo
estuviera bien hecho. El tiempo ha demostrado que dio lugar a las mayorías
absolutas de PP y PSOE, con las que no se atrevieron a modificar ni una coma de
unas reglas de juego injustas, a veces perversas, que han permitido que los que
gobernaran durante 40 años nos hayan traicionado, nos hayan robado y ellos
mismos como partido se hubieran corrompido. Por eso digo, que la maquinaria electoral
es la misma que hace cuarenta años, la que favorece a PP y PSOE frente al resto
de fuerzas políticas, porque por la gracia de Dios, a ellos les cuesta menos
votos alcanzar más escaños que al resto. Habría que comenzar con establecer una
ley electoral justa y democrática, lo cual implica que los votos de todos los
ciudadanos españoles valgan lo mismo, y que a cada partido político le cueste
el mismo número de votos alcanzar un escaño. Es así de sencillo, pero la anti
democracia reinante en España comienza por amañar las reglas del juego con una
ley electoral injusta. Por otro lado, habría que acabar con las formaciones de
gobierno a conveniencia de unos y otros, cuando la ciudadanía se manifiesta con
su voto, se obtienen unos resultados, pues tanto el Congreso como el Gobierno,
debe ser un fiel reflejo de los resultados electorales. ¿Qué quiero decir con
esto?, que la misma proporción de los votos obtenidos por cada formación, en
ese mismo porcentaje cada partido debe formar parte del Congreso y del
Gobierno, sin lugar a tergiversar la decisión de la ciudadanía en las urnas. Lo
contrario es como decir: “vayan a votar, que posteriormente ya formaremos el
Gobierno que nos convenga a nosotros”. Los políticos le tienen pavor a hacer
política, quieren el camino fácil el del ordeno y mando, las mayorías
absolutas, asegurarse que nada lo tendrán que debatir más allá de informar a la
cámara, pero sabiendo que cuentan con los votos suficientes para hacer lo que
quieren, o les imponen los del dinero. Los partidos políticos no se ponen de
acuerdo en casi nada, porque cada uno de ellos solo mira por los intereses de
sus partidos, no por los intereses de la ciudadanía. De lo contrario, solo hay
que analizar necesidades o asuntos a mejorar para lograr que la gente viva lo
mejor posible y el país progrese cuanto más mejor, plasmarlo en un programa y
si hay sentido común en lo expuesto y una vía posible de alcanzarlo, cómo es
que nunca o casi nunca hay acuerdo… porque están en lo suyo.
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