Eurovegas o el cuento de la
lechera, ¿a qué precio?, porque hasta el momento no hay más exigencias ante lo
que solo es un proyecto virtual, que carece de financiación porque, o bien no
la tiene el magnate de los casinos, o bien no desea aportarla; y ante toda esta
falacia parece postrarse todo un Gobierno de una nación.
Lo que se ha puesto sobre la mesa
es el posible imperio del ocio, del vicio y de la corrupción, de forma
documental o informática, de inversión nada de nada, mientras el Gobierno
español que ya tiene la correa desabrochada se empieza a echar los pantalones
abajo.
¿Ustedes ven normal que un
ciudadano extranjero llegue a un país y consiga que el poder legislativo
modifique sus leyes, las que estamos obligados a cumplir sus ciudadanos, para
adaptarlas a sus intereses y conveniencia?
Una vez más se pone de manifiesto
la falta de ideas, la poca seriedad, lo vulnerable que es este Gobierno, y la
poca personalidad que muestra y tiene, al entrar al juego de esta sociedad
extranjera. Si la clave son los “prometidos” puestos de trabajo, por qué no se
legisla para favorecer los gastos de la empresas existentes, así como para
abaratar y apoyar a los emprendedores en potencia. Por qué no se eliminan
gastos en seguridad social, IRPF, etc., para que la gestión empresarial-laboral
sea económica.
Señores del Gobierno si permitís
un paraíso de corrupción, perversión y delincuencia, concediendo tratos de
favor tanto fiscales, empresariales y de conducta de los clientes o personas
que frecuenten esos locales del ocio. Si modifican las leyes, como la del
tabaco, para esos recintos cerrados, tendrán moralmente que dejar de aplicarlas
al resto de los ciudadanos. Tendrán que deshacer todo lo legislado
anteriormente, lo cual vuelve a dar una imagen pésima de servilismo y falta de
criterios. Ustedes se venden al mejor postor, en este caso, quizás lo están
haciendo al peor, y como nos tienen acostumbrados, es difícil imaginar que lo
hagan a cambio de nada, así que no me queda más remedio que preguntarles: ¿Qué
van a pillar?
Yo soy partidario de menos fantasías
porque muchos humanos no están a la altura y viven del engaño, y esto se parece
al cuento de la lechera, sería preferible tener un proyecto industrial
productivo como país, cimentar adecuadamente su base, fomentar el empleo, la
productividad, la rentabilidad y la competitividad. Habría que dejar de
escuchar los cantos de sirena y ponerse a trabajar con sentido común y
seriedad.
La patronal de este país ha
engañado al Gobierno junto a otras voces que se hacían eco, para convencernos
de que la única forma de ser competitivos era bajando los salarios y haciendo perder
los derechos laborales de los trabajadores, y ustedes le escucharon. Después
les contaron otra mentira diciendo que la forma de crear empleo era abaratando
los despidos, os convencieron para su propio beneficio, y las cifras de
desempleados no solo no bajaron sino todo lo contrario.
Ahora, es más cómodo para ustedes
creer en el proyecto Eurovegas, que trazar un plan viable de productividad,
bajada de costes laborales, impuestos, etc., que promueva el empleo, los nuevos
empresarios o emprendedores, y el consumo. Ustedes prefieren hacer un oasis de
delincuencia, un mini paraíso fiscal español, y tragarse la rueda de molino
porque o bien no dan para más, o tienen intereses en ello.
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