A la vista de
cómo han ido pasando las cosas en Grecia, tal vez, en España no haya tenido
sentido que el movimiento 15 M se canalizara en partidos políticos. Pues
estamos viendo que entrar al trapo de los sistemas blindados, corruptos y
manipulados por los grupos de poder monetarios, no te dejan desarrollar las
políticas diferentes a las directrices marcadas por estos. No quiero quitar,
con esto, méritos a la labor que han
hecho los nuevos partidos en el enquistado sistema político bipartidista
español. Los nuevos han abierto una fractura en la alternancia de mando, han
roto ese bipartidismo y han logrado que la política española no sea solo cosa
de dos. Ahora hay más actores y, por tanto, hay otras ideologías diferentes que
podrían ponerse al servicio de los ciudadanos, si los que mueven los hilos del
poder lo permitieran.
A mi,
personalmente, a la vista de los acontecimientos y de la mentira con la que nos
empujan hacia lo que quieren ciertos sectores ocultos, me hubiera gustado que
el fenómeno 15 M no se hubiera difuminado y no hubiera entrado a jugar en el
tablero amañado de la vida política española. Es muy posible, o tal vez seguro,
que lo mismo esté sucediendo en el resto del mundo, pero eso no me consuela.
Hay personajes habituales de las tertulias que recurren a este atajo, comparar
la situación española con la de otros países, con el propósito de quitar
importancia y normalizar nuestra situación. ¡Observen al Sr. Marhuendas!, que
es un experto en esta clase de triquiñuela, no hay debate donde no le quite hierro
al asunto español, cuando dice que lo mismo sucede en el resto de Europa, en
EEUU o en cualquier otro país del mundo. Lo hace constantemente, pero a mi no
me engaña ni me vale, yo vivo en España y me afectan directamente las políticas
que son válidas aquí. Siempre compara lo que es negativo, jamás habla de
equiparaciones salariales con los que están mucho mejor, eso nunca lo hace.
El
establishment está corrompido y amañado, no nos va a solucionar nada o solo lo
podrá hacer hasta cierto nivel que se lo permitan. La lucha ciudadana debe
seguir un sendero de libertad ajeno a lo establecido, al sistema podrido
existente, por eso el 15 M, las mareas ciudadanas y todas esas iniciativas del
pueblo son el claro ejemplo de la verdadera lucha para la consecución de los
derechos y de todo aquello que los ciudadanos nos queramos dar. La política
actual es limitante y le tiene miedo a la reacción del pueblo, por eso el PP puso
en marcha su Ley Mordaza, porque teme las protestas y las reacciones de los
ciudadanos. Lo que hace el Gobierno es ampararse en el derecho que su mayoría
absoluta, dictatorial, le concede para oprimir al ciudadano y cercenar las
iniciativas de lucha que se le pudieran ocurrir.
La lucha está
en la calle, puesto que el establishment está controlado por los grupos del poder monetario. Dentro del parlamento se
puede alzar la voz, hacer sesiones muy llamativas, cargadas de insultos,
tirarse dardos envenenados, etc., pero se queda todo en palabras y las palabras
se las lleva el viento.
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