Muchos países
han debido de entender que la
globalización es que todo se fabrique en China y otras zonas donde no se
respeten los derechos de los obreros, donde se les pague una miseria o se les
explote por una cama o un plato de comida; para, posteriormente, vender esos
productos por el resto del mundo.
Muchos se la
dan de grandes empresarios, de propietarios de famosas marcas, pero lo que
hacen es dejar a España sin trabajo, las fábricas paradas, para comprar, a esas
fábricas de zonas deprimidas o explotadas, a precios muy baratos y vender a
precio de boutique, en el caso tan frecuente de las comercializadoras de ropas.
Esos
empresarios, qué tipo de patriotas son, si colaboran con la destrucción del
tejido industrial de nuestro país, para darle carga de trabajo a países lejanos
y lucrarse de las infra condiciones a las que aquellos países tienen sometidas
a sus gentes.
Además se
atreven esos empresarios a dar explicaciones públicas de lo que es
competitividad, a aconsejar a los españoles para ser más competitivos y dictan recetas
a los gobiernos para que empobrezcan las condiciones laborales. Paguen menos,
amplíen los horarios, no respeten los convenios colectivos, se despida
libremente y se hagan contratos de un día o de unas horas. Justificándolos
algunos miembros del Gobierno, diciendo que es mejor trabajar un día que no
tener trabajo, que es mejor ganar un euro, que no ganar nada al día. ¿Le
arregla el mes, un par de contratos de mierda, a alguna familia?
¡Globalización!,
se pactan las condiciones entre los países para que ciertos sectores o clases
sociales de esos países puedan ganar dinero. ¿Qué es lo que pactan para
erradicar el paro, el hambre, las guerras, el terrorismo, las familias sin
ingresos, etc.? Todas son medidas de estética, sí, una manita de maquillaje. No
hay un verdadero interés por afrontar los verdaderos problemas de la humanidad,
porque eso no es un negocio y casi todo se pone en marcha en el mundo porque
hay unos poderosos, que ven en ello un negocio. De lo contrario, el problema se
enquista en la sociedad, pues no es el problema de los poderosos.
Vivimos
engañados, este es un sistema que apesta, que se cimenta sobre cloacas y tramas
oscuras. Sobre mafias de poder monetario, que juegan según les interesa, sirviéndose
de todos nosotros. Y lo hacen porque saben que somos incapaces de reaccionar,
de ponernos de acuerdo y de plantarnos. Nos hemos vuelto demasiado comodones y
nuestras vidas son demasiadas predecibles para ellos. Así que nos manipulan a
su antojo. Trabajo, amigos, familia, televisor, bares, terracitas y el coche
nuevo.
Nos hace falta
el espíritu “Gandhi”, el espíritu de lucha sin violencia por lo que es de
todos, por lo nuestro, por lo de este país y no permitir a los políticos
comprados por esos poderes monetarios, que entren en ninguna institución de
este país.
No hay comentarios:
Publicar un comentario