Si Venezuela no tuviera las
reservas de petróleo que tiene bajo su suelo, ¿qué sería de ella, ¿quién
hablaría de ella? Ni a EEUU ni a Rusia le importa nada, o casi nada, la pobreza
que está padeciendo el pueblo venezolano, la ridícula y vergonzosa imagen de
los supermercados sin productos en sus estanterías, la gente pasando hambre
mientras su presidente se dedica a organizar pachanguitas musicales para
marcarse unos bailes con su esposa, ¿qué locura es ésta? Me avergüenza lo que
sucede allí, me compadezco de esas personas que no tienen para comer en un país
con recursos suficientes como para ser una de las grandes potencias del mundo.
Es evidente que a EEUU o Rusia no
les importa la gente del pueblo venezolano, a ellos les importa el petróleo de
Venezuela, negociarlo, transformarlo y llevarse una buena parte de él por la
cara. A ellos les interesa esquilmar a otros países, que es en lo que basan
buena parte de su economía… el pez grande se come al chico, y ellos lo
representan a las mil maravillas. Son depredadores mundiales, ayudan a destruir
países para ofrecerse a reconstruirlo, bombardean sin pudor alguno a civiles
inocentes, destruyen hospitales con la excusa de que allí se esconden
terroristas. Inventan guerras, las promueven, las alimentan, para que se
produzcan abultadas ventas de armamento.
Es imposible que estén
preocupados por la situación democrática o económica de Venezuela, porque el
Planeta tiene muchos países gobernados por dictadores que tienen a sus pueblos
sumidos en la miseria, muertos de hambre y, ni Trump ni Putin, mueven un dedo para
intervenir en esos países y liberar a sus habitantes de la condena en vida que
les ha tocado vivir por la acción inhumana de sus gobernantes. No mueven un
dedo porque no tienen algo que a ellos les interese, de lo contrario ya
estarían interviniendo, invadiendo e inventando una excusa, la excusa perfecta
para crear un conflicto que les diera pie al saqueo de recursos.
Les llaman grandes potencias,
pero yo me pregunto: ¿grandes potencias de qué, del terror? Tener a todo el
Planeta siempre pendiente de si estos desalmados van a enfrentarse con sus
misiles de los que siempre están diciendo que son más veloces que los del
contrario, o de si son capaces de destruir a los del contrario en vuelo, o de
si los mío tienen más alcance que los tuyos, etc., a nosotros, al resto de la
población mundial no nos da ninguna tranquilidad sino todo lo contrario. Por no
hablar de los famosos botones rojos, que algún chiflado de estos le dé por
iniciar el fin de toda la existencia en la Tierra, nos pone los vellos de punta
solo con pensarlo. Además, vemos a Trump, con su soberbia, cómo da la mano a
sus homólogos, cómo tira de ellos, cómo les empuja cuando llega para hacerse de
un sitio en la foto, cómo se hace ver y notar, evidenciando su complejo de
inferioridad, mostrando la prepotencia de un niño mal criado que lo ha tenido
todo, que se lo han dado todo, por lo que no ha tenido que pelear, que no sabe
lo que es el sacrificio… todo eso manifiestan sus gestos en público, y, les
digo de verdad, que el botón rojo esté bajo su potestad, me da pánico.
Si Venezuela ha sido una de las
más poderosas reservas de crudo y está como está, no es que se tenga que ir
Maduro sino que se debe perseguir y condenar a todos los presidentes que haya
tenido Venezuela, porque acertamos diciendo que todos les han robado y traicionado. Lo
podemos afirmar sin duda a equivocarnos, porque no se puede ser tan pobre
siendo tan rico, teniendo tan codiciado recurso natural bajo los pies. El país
ha sido mal gestionado, seguro que todos los Presidentes o sus familias son
ricos, ¿alguien les ha auditado, alguien les ha pedido que rindan cuentas,
alguien les ha condenado?