Imagen:elisaferreira.net
¡Vaya entrada de año!, ayer salí temprano con mi padre para
acompañarle a su ambulatorio y hacía un frío tremendo, yo diría que me resultó
el día más frío de las últimas semanas. No entré en calor en todo el día,
además, culpa mía, almorcé un poco más de la cuenta y no digerí el almuerzo, se
me hizo una bola que solo sabía producirme malestar, ni se liberaba por arriba
y, tampoco, lo hacía por abajo… ¡ya hubiera querido que eso ocurriera!
Por la noche nos reuníamos en casa de unos familiares, y no
probé nada, absolutamente nada porque mi digestivo estaba dañado, miraba la
mesa bien dispuesta, toda llena de diferentes comidas, con una pinta bestial,
pero a mí solo me producía nauseas. Todos a mi alrededor iban llenando sus
platos de diferentes alimentos y yo solo podía resentirme del mal estado en el
que estaba. Es una forma de entrar en el año como otra cualquiera, pero quizás,
menos alegre… no tenía cuerpo para nada. Para no mentir, mientras todos se
atiborraban, yo solo tomé una infusión de manzanilla… ¡qué triste!
Evidentemente, hoy va a ser un día sin alimentos, tengo que
dejar a mi aparato digestivo que descanse. Tomaré infusiones y agua, a ver si
el atasco, esa digestión a medio hacer, completa su proceso. Mientras no pueda
comer le tengo que dejar en paz, porque de lo contrario empeoraré. A veces es
recomendable hacer un par de días de ayuno, y yo voy obligado a ello. Llevaba
varias semanas pasándome en cuanto a cantidad y mezcla de alimentos, y ha dicho
mi cuerpo: hasta aquí hemos llegado.
Ya he hablado demasiado sobre mí, ¿y ustedes, cómo se
encuentran, tienen cuerpo para seguir la marcha?, ¿han hecho planes para este
año recién estrenado?, ¿ven nuevas perspectivas, creen que hay horizontes para
que vivamos mejor?, ¿confían en los poderes políticos, judiciales y
monetarios?, ¿creen que en algún momento se hará política en vez de utilizar el
independentismo o el Art. 155 como arma arrojadiza?, mejor aún, ¿Piensa que en
algún momento van a arrimar el hombro y se van a centrar en procurar el bienestar
de la ciudadanía?
Hay un largo camino por recorrer mientras contemplemos que
no todos somos iguales ante la ley. El nivel de educación es necesario
acrecentarlo para evitar muchos de los males que hoy se dan: violencia de
género, violencia contra los animales, competencia desleal, corrupción,
traición, saqueo, privatización y deterioro de los servicios públicos.
Protección de los delincuentes facilitándoles el salvoconducto de la
prescripción de los delitos. Palos en la rueda de la justicia para que los
asuntos tarden en resolverse y prescriban. Impunidad, bajas condenas y en
condiciones exclusivas en los complejos “hoteleros” en los que se han
convertido muchas cárceles. Reinserción de presos peligrosos que apenas cogen
un permiso carcelario cometen otro delito, roban, asesinan o violan a alguien.
Hay mucho por hacer en este 2019, pero como ya sucedió en el
pasado fin de año, también estaban todos estos flecos pendientes y siguen estándolos.
Hay mucha complacencia con los malos y todo lo pagamos nosotros, parece no
urgir hacer algo y poner fin a tanto descalabro. Solo pido que trabajen, que
cumplan sus obligaciones, que sean valientes a la hora de gobernar y que no les
tiemble el pulso, como ellos suelen decir en los escasos momentos en los que se
vienen arriba.
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