Imagen: elcaso.elnacional.cat
Hoy es
domingo, y como todos los domingos desde hace varias semanas, vuelvo a escuchar
los repetidos disparos, las explosiones de las armas de los cazadores que
pasean al amanecer para acabar con la vida de algún animal que sale de su
madriguera, o el lugar donde se resguardó para pasar la noche. No es que haya
llegado el tío del saco o el coco, ha llegado el que si puede te va a dejar
seco, en el sitio dicen otros, el que no te dejará ver más amaneceres ni volver
con los tuyos. ¿Cómo es posible que todos esos que tanto valor dan a la familia
humana, pasen tanto de la familia de los demás seres vivos? No importa si hoy
quedan más conejas sin sus parejas o al contrario. No importa si hoy quedan
conejillos huérfanos, eso tampoco importa. No importa que despierten a todas
las familias de la urbanización con los incesantes disparos, con ese
desagradable ambiente de una guerra cercana… ¡no importa!, a nadie parece
importarle, algunos tienen que seguir dando rienda suelta a su deseo de
asesinar por nada, por diversión, por egoísmo, para llegar a casa con las
piezas colgadas al cinto y fardar en el bar con los amigos refiriendo cuántos
animales ha matado.
Lo cierto es
que los animales, ajenos a todo ese interés egoísta de diversión de unos pocos,
se despiden de este mundo, de esta existencia, porque así lo ha decidido uno
que no tenía nada mejor que hacer en esta mañana, el fin de semana pasado, el
anterior…, etc. ¡Malditas armas!, ¡maldito aquel que las descubrió!, ¡malditos
todos aquellos que las usan!, no nos hacen falta armas para ninguna situación,
lo que nos hace falta es educación, un buen “cañonazo” de educación, civismo,
respeto y amor.
El animalillo
saca la nariz de la madriguera y le lanzan una perdigonada a bocajarro que le
deja el cuerpo lleno de plomo. Dirán que le dieron ventaja, o bien, que le
facilitaron algún modo de defenderse…, si te gusta disparar, vete a un centro
de tiro y acierta en el centro de la diana, pero deja en paz a los animales…,
ya sé que eso te aburre, pero los animales no tienen la culpa de que tú no
sepas qué hacer con tu tiempo libre…, ese es tu problema, no lo pagues con los
pobres animales.
Si hablas con
los cazadores, te dirán que si no fuera por ellos el monte estaría despoblado
de animales, o que unas especies dominarían sobre otras, vamos que vienen a ser
los dioses del monte y de los ecosistemas del mismo. Además se proclaman
defensores de los animales, no sé cómo se compatibiliza lo que dicen con las
bolas de plomo que les meten en el cuerpo a sus víctimas. Asesinar está
permitido en el monte, en los cotos, todos los domingos y días de fiesta.
Asesinar está acogido en el código penal de este país, si son animales a los
que se asesinan, el hombre de Cromagnon aún sale hoy en día a cazar, solo que
ha cambiado la lanza con punta de piedra de sílex por una repetidora, o una sofisticada
arma de cartuchos.
No tenemos
derecho sobre la vida de los animales, hay que poner fin a la caza y al
asesinato masivo de inocentes en los mataderos. Hay que cambiar los hábitos
alimenticios, los nutricionistas debieran estar investigando una manera de
alimentarnos sin necesidad de asesinar animales, incluso estaría dispuesto a
hacerlo con una píldora bien estudiada que cubriera todas las necesidades
alimenticias de mi organismo. Es cómodo y práctico, sin problemas de qué guiso
voy a poner hoy o mañana, sin tener que ir a comprar, ni marearte al respecto.
Podemos dejar de hacer daño a los animales, debemos no caer en el tópico de
preguntarnos qué vamos a comer si no se matan animales, o el que muchos
esgrimen: se crían para servir de alimentos. Creo que es hora de elevarnos un
escalón y sobrepasar esta pesadilla y este abuso.
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