Digo yo, que
debo ser radical, por utilizar la expresión que le ha sido dada a todo aquel
que disiente con lo convenido como “normal”, que para mí, suele ser no hacer
que nada cambie, según me tienen acostumbrados los políticos cobardes. ¡Hay que
ver cómo se pusieron algunos en el Congreso por decir que el discurso del Rey
del 3 de octubre tuvo un tono autoritario! Una vez escuché la exposición de
Gabriel Rufián de ERC, la de Mertxe Aizpurua de Bildu, o la de Mireia Vehí de La
CUP, ustedes perdonen, disfruté como un enano y soy andaluz, pero no estoy
idiotizado con el dogma constitucionalista, Borbonista ni de filiación a
territorio alguno. A mí no me alcanzan las ideologías, los años de existencia
de tales o cuales, los signos ni los colores, me aproximo más al estado libre,
al ser anárquico, al ser humano. Me mueve la consecución de la paz mundial y de
tener un Planeta libre de fatalidades producidas por el mismo hombre, libre de
muertes por desatención sanitaria o por falta de alimentos, agua potable,
medicinas, etc.
Los discursos
mencionados con anterioridad se distancian de lo establecido, porque lo
establecido es viejo, es o fue para otros tiempos, para solventar otras
situaciones y otros problemas. La gente evoluciona en su pensamiento, las
sociedades también lo hacen, y ahora tenemos demandas diferentes que hay que
solucionar mediante alternativas políticas, a las que se ha de llegar haciendo
política, aunque esto pudiera parecer una perogrullada o un trabalenguas. Esos
políticos exponen nuevos anhelos de una buena parte de la población que
representan, quieren sentirse libres, más libres de cualquier órgano ajeno a su
idiosincrasia, que le dicte las normas. Esas regiones de España quieren
emprender y explorar un camino en solitario, y aunque muchos digan que hoy lo
que está de moda es la globalización, la unión, etc., ellos continúan
reivindicando su independencia… ¿y por qué no? Aquí todos pueden romper lo que
pactan, Trump lo hace cada dos por tres, la globalización es a medida de algunos,
el presidente de los EEUU pone aranceles a quien cree oportuno para proteger a los
productores americanos, con la excusa de que otros están subvencionando a los
suyos. Si otros hacen esto, usted también puede hacerlo con los suyos y fin al
conflicto, pero es una medida de poder frente al mundo, condicionar lo
establecido a sus caprichos e intereses. Este es un ejemplo de que nadie
respeta nada en cuanto se les disparan sus conveniencias, así que no vengan los
demócratas, constitucionalistas y españolistas de tres al cuarto, enarbolando
la bandera nacional…, que cambien la Constitución para adaptarlas a las
actuales circunstancias ideológicas-territoriales.
Después de
todo lo dicho, vuelvo a recalcar que los discursos de ERC, Bildu y La CUP, son
valientes, no engañan y no pasan la mano por el lomo del partido del candidato
a la Presidencia del Gobierno, sino que le hablan claro, muy claro, demasiado
claro, no esperan como otros complacencia, ni asientos, dijeron lo que
quisieron y se mostraron mucho más educado que algunos, desde luego, mucho más
que el Pablo Casado “el exaltado”. La derecha de este país se ha retratado
extraordinariamente con su extremo inmovilismo: España, Monarquía, Constitución
del 78. La izquierda parece menos izquierda, está más domesticada por los
poderes ocultos y eso se nota,… otros se han domesticado para sentarse al lado
de…, ha perdido la frescura de la lucha ideológica, se ha distanciado de la
gente y sus problemas, no es combativa, es menos izquierda. Por todo ello, solo
las exposiciones de esas tres fuerzas políticas me han parecido auténticas,
atrevidas y un claro ejemplo del uso de la libertad de expresión, algo que
falta en la Cámara por motivos e intereses diversos.
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