Imagen:www.elperiodicomediterraneo.com
No es que lo
diga o me lo pregunte yo, es evidente que si no viene un temporal como el que
está azotando España y medio mundo, llega una enfermedad producto del mundo
global, o nos invaden bichitos provenientes del otro lado del mundo, escondidos
en equipajes, embalajes y productos de la ventas y las compras entre consumidores
de países distantes, o se incendia medio país como ha sido el caso de
Australia, o bien algún loco comienza una guerra más por ambición propia y no
teniendo en cuenta al resto de la humanidad.
Si la
humanidad está sana, la empresa farmacéutica, una de las mayores y potentes del
mundo junto a la alimenticia y armamentística, no vende, el resto lo dejo para
que las cabezas pensantes hagan lo propio. Sabemos que una máxima de cualquier
empresa es vender más, aumentar cada año su cifra de ventas y, con ello, la de
sus beneficios, así que algunas mentes perversas pueden idear de todo… “claro,
experimentalmente”. Imaginen cuán sospechosos pueden llegar a ser los brotes de
ébola, gripe aviar, coronavirus, VIH, etc.
Imaginen hasta
qué punto la industria alimenticia es capaz de adulterar los alimentos para
frenar el proceso natural de descomposición de los mismos, sobretodo, los de la
materia muerta… ¡imaginen lo que estamos ingiriendo!, ¿qué nos está lentamente
provocando la industria manipuladora de los alimentos?, quizás nunca lo
sabremos porque siempre será dado un nombre al mal que de repente suframos en
el futuro, y se normalizará como una enfermedad más, hoy ya le comenzaron a
llamar el mal de la obesidad, el colesterol, la hipertensión, y ello nos ha
llevado a los famosos ictus.
Las cornisas
se desprenden y matan a la gente, los árboles se desarraigan del suelo y caen
matando a la gente que, por ejemplo, está paseando tranquilamente por un
parque. Hay gente que conduce kilómetros en dirección contraria por una
autopista hasta que colisiona con otro vehículo que circula correctamente, les
llaman kamikazes y se llevan por delante la vida de gente inocente. Hay
ladrones que te asaltan, tras cincuenta detenciones por hacer lo mismo, y te
pueden dar una cuchillada y dejarte en el sitio…, esto puede parecer pesimista,
de novela negra, pero son situaciones reales que suceden casi todos los días, a
veces lo saldan diciendo que pudo ser un ajuste de cuentas entre bandas.
Otras veces,
un dirigente de un país da orden de asesinar a otra persona influyente de otro
país y comienza el negocio de la empresa de armas. Tienen tan poca dignidad y
decencia que acceden, en muchos casos, a vender a un bando y otro, que es lo
mismo que decir: “ahí tenéis…,¡mataos!”. Con tal de ganar dinero vale todo para
cierta gente sin escrúpulos, sin valores y sin humanidad.
Esta mañana
decía la radio que la Antártida se estaba viendo invadida por mosquitos y
pequeños organismos ajenos al lugar, lo que provocaba incertidumbre de sus
futuras repercusiones. El cambio climático o secuencia climática natural del
Planeta, que también podríamos llamarle así, puesto que desde hace millones de
años aquí ha podido suceder de todo como consecuencia probable y cíclica natural
de la Tierra, solo que nosotros, los que ahora la habitamos, no estábamos. Es
por ello, que coincidir con sus manifestaciones nos sorprende tanto, hasta el
punto de que todo parece una excepcionalidad, así que bautizamos sus tifones,
huracanes y cualquier otro signo de reacción climático natural…, el último en
España ha sido: Gloria.
Es inquietante
en cierto modo, pero esto es la vida, una secuencia de circunstancias
imprevisibles, hoy nos late el corazón pero mañana, tal vez, no lo haga. Es una
realidad que nuestra mente y nuestro yo no admiten, queremos perpetuarnos,
llevamos mal nuestra exterminación a pesar de que las condiciones son las que
son… los dinosaurios tampoco querrían haber desaparecido, pero algo sucedió y
pasó la hoja de su historia, se cerró el libro de sus aventuras en este
Planeta. El riesgo existe en cada segundo, eso es ser realista a la vista de
los acontecimientos pasados, pero que nadie se asuste ni entre en pánico,
asumamos quienes somos, cuál es nuestra posición en la Tierra, en la galaxia,
cuántas cosas no conocemos, cuántas no llega a alcanzar nuestras mentes o cuán
ciegos somos capaces de llegar a ser para evitarnos sufrimientos. Que no
queramos saber, que no queramos oír, no evita que lo que tenga que suceder,
suceda.
Es aún peor,
no solo estamos bajo los efectos de las reacciones externas a la humanidad,
sino que nos hemos convertido, mejor dicho, algunos se han convertido en mentes
perversas muy peligrosas para el resto de la humanidad; o sea, que también hay
gran dosis de peligro proveniente de una parte del conjunto que formamos todos.
A pesar de ello, las cabezas de algunos siguen eufóricamente enarbolando
banderas, signos, palabras que se prometen y no se cumplen, haciendo un camino
que solo persigue su propio beneficio, ignorando al colectivo humano, incluso haciéndole
daño con sus decisiones, hay gente muy descentrada en puestos de poder para el
mal de la humanidad. Hemos perdido de vista el patrón de vida que conduzca a la
gente a ser felices y, que por tanto, tan solo estemos expuestos a las
reacciones externas y ajenas a nosotros, aquellas que no están bajo nuestro
control. Sin embargo, como se han cimentado nuestras sociedades, nosotros,
muchos de nosotros, somos o representamos un gran peligro para nosotros mismos,
me pregunto si es ese un ejemplo de la inteligencia que dicen nos eleva sobre
el resto de las especies de seres vivos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario