Los políticos como están a lo suyo, indirectamente nos han hecho cómplices de sus tejes y manejes, dando dinero al negocio sanitario privado. La salud no debe ser motivo de negocio alguno, no pueden seguir metiéndonos miedo en el cuerpo y posponiendo las fechas de las citas, de las pruebas y de las intervenciones, mientras llenan los bolsillos de las empresas poderosas de la sanidad privada.
Ustedes se preguntarán que de qué leche estoy hablando, y cómo nos han convertido a todos en cómplices perfectos y necesarios para justificar los millones que se derivan de la sanidad pública a la privada, pues es bien fácil, esto sucede cada vez que nos citan para hacernos una prueba o una intervención en un centro privado mediante un servicio concertado... ¡ahí está la trampa! Todos debemos exigir que nos hagan las pruebas y las intervenciones de todo tipo en hospitales y centros de salud públicos. Yo, por supuesto, desde el día de hoy, una vez un amigo hace unos días me abrió los ojos sobre este extremo, no pienso transigir, siempre exigiré que todas las pruebas me la realicen en centros públicos, no pienso seguir siendo motivo de desvíos de dinero público hacia la sanidad privada... ¡La salud no es ningún negocio!
Mi amigo me dice que lo hace así, y lo único que le sucede es que tratan de retrasar cualquier intervención, pero si somos solidarios y coherentes, debemos defender lo nuestro y no permitir que se deteriore por mor de la chusma política, que se desgañita en los mítines hablando de la defensa de lo público, pero al segundo siguiente ya están traicionándonos, vendiendo lo nuestro, regalando lo nuestro, y desmereciendo lo nuestro. Pagamos durante toda la vida para tener una sanidad de primera, no tercermundista, no para que no nos atiendan o demoren indefinidamente las actuaciones que deban realizar para sanarnos y cuidar de nuestra salud. Por ese motivo, quiero que me atiendan en centros público, porque creo en lo público y en sus recursos, ¿puede ser mucho mejor?, por supuesto, pero si jugamos a lo que juegan los pésimos políticos que gobiernan, que solo buscan comisiones y llenarse las carteras, nos darán cada día peor servicio sanitario. Así que desde ahora, solo debemos ser atendido por la sanidad pública en centros públicos, la sanidad privada para los que pagan empresas y pólizas de salud, privados. Bastante desgracia tenemos con que el mundo esté como está, y la baja calidad de los dirigentes mundiales nos tengan el alma en vilo por su desmedida ambición y falta de valores humanos. No consintamos que esto también ocurra con la sanidad que pagamos entre todos. Deben dimensionar adecuadamente la sanidad pública en concordancia a la demanda real, debiendo eliminarse las listas de esperas tanto para especialistas como para pruebas e intervenciones.
Os escribo y estoy a la espera de que me llamen para hacerme en unos meses una ecografía para verificar una pequeña deficiencia en un riñón, pero estaré atento para que el juego de dar a ganar dinero a la sanidad privada, sea algo del pasado. He tomado conciencia del asunto y lo exigiré, tal como tomé conciencia un día con el asunto de asesinar animales para que yo tenga que comer, y desde ese momento no pruebo la carne y el pescado... ¡No como bicho muerto!, que es como coloquialmente digo. ¡No más pruebas en centros de salud privados, ni concertados, ni leche!
Seguiremos...
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