Igualdad de género, claro que si,
como voy a desear otra cosa si pugno por una sociedad con igualdad de
oportunidades para todas las personas. Es cierto que desde arriba, desde las
altas esferas y desde la antigüedad se han establecidos estereotipos, roles,
etc., que rebajan a la mujer o bien les dejan en una posición de desventaja.
Trabajan fuera y dentro de casa, se les paga un salario inferior al de un
hombre que ocupe la misma categoría laboral en la misma empresa y, esto es
injusto o al menos carece de un argumento válido.
Los hombres debemos ayudar más a
paliar esta situación fuera y dentro del hogar, para que todas las personas de
la casa tengamos responsabilidades, aportemos, nos repartamos las tareas, pues
de este modo, todos podremos disfrutar de parecido o igual tiempo libre. Si
todos colaboramos en todas las tareas de la casa, podremos terminar más rápido
y nos incorporaremos a nuestras aficiones o sencillamente tendremos tiempo para
conversar, caminar juntos y disfrutar.
En estos días asisto a un curso o
módulo de igualdad de género, que como saben, es obligatorio dentro de una
programación de formación para el empleo y me está sirviendo para tomar
conciencia de que tengo que colaborar más, hasta el punto de sentir la obligación
de hacerlo, en tanto, en cuanto, mi mujer tenga alguna tarea que le impida
disfrutar de tiempo libre al mismo tiempo que lo disfruto yo. Por supuesto que
en el reparto de tareas tienen que incluirse mis hijos, que por otro lado ya
son mayores, viven con nosotros y aunque hacen algunas cosas; sigo pensando que
no hacemos lo suficiente.
Por otro lado, recibo una
información sesgada, un tanto tendenciosa, pues es evidente que es un curso
creado para la mujer, que pone de manifiesto, yo diría que es machacón con la
situación de inferioridad o discriminación de la mujer, la victima siempre es
la mujer, ella no tiene culpa casi nunca de no tomar las decisiones que, en
casos determinados, le llevan a donde se encuentra. Si dos hombres, los únicos
que asistimos al curso, percibimos algo incorrecto, al menos para nosotros, la
docente no tarda en indicar que ese modo de actuar nuestro no le gusta, pero si
un grupo de las mujeres defienden su visión y contestan al mismo tiempo desaprobando
nuestro punto de vista, les parece bien.
Es como tener la sensación de
estar en el lugar equivocado, en un momento inadecuado, si no se permite el
dialogo abierto sin descalificaciones o etiquetado rápido. Yo no estoy en
posesión de la verdad ni mucho menos, además no pretendo estarlo, porque yo me
equivoco en muchas ocasiones, pero creo que sería conveniente que ambas partes formáramos
un todo sin distinción de género, porque si se trata de que somos iguales en lo
que importa, por qué nos dividimos con el pensamiento y nos identificamos o
defendemos a una u otra parte.
Además del reparto de tareas, de
respetar a las demás personas y de entender que todos nos merecemos igualdad de
trato y oportunidades, solo por ser seres humanos; ¿cómo vamos a arreglar este
asunto? En la próxima clase nos han prometido hablar de las estrategias a
seguir, veamos cómo pasar a la acción.
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