Los mendigos estorban,
desgraciadamente, en todas partes. Si duermen en los bancos de las calles,
viene un grupo de adolescentes y los apalea, si se meten en los cajeros de los
bancos, viene otro grupo de adolescentes y les prenden fuego. Si comen en los contenedores,
los gobiernos pretenden multarles por hacerlo; pero si buscan en el contenedor
porque no tienen ni para comer, como van a poder pagar una sanción.
Otros articulan planes para
sacarlos de su término territorial, no los quieren en sus ciudades, como el
alcalde de Vigo y, en Valladolid pretenden multar a los que practiquen la
mendicidad. Muchos dirigentes de municipios dictan normas para hacerles la vida
aún más penosa e imposible, llegan a pensar en formas de evitar que puedan
dormir bajo los puentes, como ha sucedido en Londres.
Para la clase capitalista, los
vagabundos son la peste y no articulan medidas para insertar a estos ciudadanos
que se encuentran sin trabajo, sin familia, sin propiedades, sin recursos de
ningún tipo. El capital amenaza, dicta, somete, arrolla, te pisa sin pedirte
perdón, ellos, los que defienden el capitalismo cruel y salvaje que impera en
la actualidad, son una amenaza para las personas de bien y para el normal
desarrollo, en todos los aspectos de la sociedad y del ser humano, en
particular.
Estoy harto de patriotismo falso,
de políticos falsos, de corrupción por doquier, de falta de castigo a los
delincuentes, sobre todo de la inmunidad que respalda a los delincuentes de la
clase élite de la sociedad. Estoy harto de la falta de programa productivo y de
que se lleven los dineros a cuentas de Suiza, aquellos bandidos que siguen
transitando las calles de mi país. Estoy harto de que se castigue a los más
pobres y de que algunos se hayan impuesto con sus nefastas políticas, terminar
con los derechos y el bienestar, de la que hasta ahora se le venía llamando la
clase media de este país.
Hay que hacer muchas cosas por
nosotros mismos y para nosotros, sin embargo, los políticos parecen doblegarse
ante las imposiciones de aquellos que les financian en A o en B. Ahora hablan
de que las cosas van a mejorar porque el BCE va a abrir la mano y va a conceder
nuevos créditos a bajo interés a las entidades bancarias, pero esta vez para que
concedan créditos a las pymes; ¿antes para que nos endeudaron?, me pregunto. De
todas formas, esta información es nefasta pues significa que aún le vamos a
deber más a Europa, vamos a tener que seguir dependiendo de ella y con un
volumen superior de deuda pública.
Como ya saben ustedes, PP y PSOE,
amañaron la constitución art. 135, en 2011, para que la prioridad fuera pagar
la deuda pública. Nos metieron en la boca del lobo, y ¿saben porque lo hacen
con esa siniestra opacidad?, pues porque no les importamos nada. Sus intereses
son otros, los ciudadanos y sus problemas, por supuesto que no son objetivos de
los gobiernos. Ellos luchan por captar votos, juegan a las elecciones desde el
primer día que comienzan a gobernar hasta el día que las urnas les echan. Viven
para llevarse cuatro años insultando al adversario que le pueda hacer sombra,
para gastar dineros indecentes en campañas, para hacer corporativismo con sus
iguales, aunque en muchas ocasiones defiendan a un delincuente, ¡ah!, pero es
de mis filas, así que vamos a pedir el indulto y este es el catastrófico
panorama social, político, económico y laboral de este país.
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