Tengo la impresión de que lo que
digo a veces pudiera ser interpretado por alguien como si estuviera hablando de
religión, pero les aseguro que no practico ni sigo, de ninguna forma, ideas o
doctrinas religiosas. No me siento ni defiendo ninguna religión, es más, he
visto tanta hipocresía en ella que me aparto; sin embargo es cierto que hablo
de amor, de respeto hacia el prójimo, etc., y pudiera parecer que existe un
cierto paralelismo. No digo que en su origen las religiones no bebieran de la
fuente de la verdad, pero se han quedado atoradas, no han evolucionado, no han
entendido sus predicadores y lo que es peor, no han practicado. Es
relativamente fácil toparse con aquellos que muestran soberbia, o bien se puede
observar el lujo y la ostentación de la cúpula máxima, como es el Vaticano.
Por supuesto que no voy a meter a
todos los sacerdotes en el mismo saco, habrá de todo, pero a mi no me captaron
y a muchas personas les pasa lo mismo, tan solo hay que ir a la iglesia y ver
que cada vez tienen menos fieles que vayan regularmente a los cultos. Cada vez
es más difícil que los jóvenes asistan a las iglesias y no digamos que se metan
a sacerdotes; de hecho en muchos lugares hay iglesias donde no se practican
cultos por falta de cura, como le hemos conocido toda la vida, al menos por
estas latitudes.
De las monjas no hablo, las
pobres son las anuladas de este oficio donde todavía hay mucho de machismo,
cuando la dulzura de una religiosa no se parece ni por asomo a la pluma que
muestran muchos de los varones religiosos. Sin embargo, las tienen relegadas o
apartadas, cuando yo aprecio que llevan una vida bastante más interior,
profunda y religiosa, que la llevada por los sacerdotes. Ellas viven en muchas
ocasiones sin ver la calle, sin mezclarse con la gente del pueblo o ciudad,
trabajando en las labores de los conventos, cuidando enfermos, haciendo dulces
y orando en muchas horas del día. No digo con ello, que este sea el camino para
mí, pero al menos si que llevan una vida más interior o menos dispersa.
La religión es posible que a
algunas personas le aporte algo positivo en sus forma de vivir o actuar, y
también habrá muchas personas que sus miedos los apacigüen con la creencia de
un ser superior que les va a proteger, yo respeto sus creencias aunque no las comparto.
Mucho menos cuando veo las noticias y observo como está el mundo y la cantidad
de tragedias que padecen muchas personas. ¿Tengo que pensar que no son dignas
de la clemencia de ese ser superior, que son castigadas a propósito por algún
motivo que a mi se escapa y no entiendo?
La religión ha servido desde
tiempos remotos para manipular, ha manipulado a los gobernantes, les ha
sometido a sus leyes divinas y no tan divinas, han manipulado a la gente
normal, a los ciudadanos, han adquirido riquezas, grandes edificios, obras de
arte, privilegios de estar exentos de pagos, etc., mientras que parte del mundo
padece miseria que no han sido capaz de erradicar, ni obligar o convencer a los
gobiernos para que la eliminara, por ejemplo.
La religión es de cada uno, es
interior, para mi se llama espiritualidad y no hace falta un templo, un Dios ni
un sacerdote, solo tu y la intención de fomentar los valores positivos, tener
la claridad de que deseas ser cada día mejor, llegar a entender que eres parte
de un todo formado por toda la humanidad, y que cualquier persona se merece
respeto y amor. Si todos lo practicáramos, digan ustedes para que se necesita
la religión.
Posiblemente se pondría fin a los
problemas bélicos, a la corrupción, a la explotación, a la vejación, a la
crueldad y a la maldad de ciertas personas, porque si hicieran lo que indicaba
en el párrafo anterior, estos comportamientos no tendrían lugar, se habrían
sustituido por otros más humanos.
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