Tradiciones ruidosas, tradiciones
molestas para muchos. Tradiciones que tienen derecho a elevar los decibelios, a
cortar el tráfico en las calles y que tienen derecho a hacer el uso de las
fuerzas de seguridad para su organización.
Todo el mundo tiene que disfrutar
de lo que le gusta, todos aquellos que quieran dar riendas sueltas a su fervor,
juerga, etc., que lo hagan pero sin molestar a los que no quieran ser
participes de esas tradiciones. Cómo se puede conseguir esto, pues marchando en
silencio y si hay muchas personas marchando, que lo hagan por las noches; de
esta manera, molestarán lo menos posible.
Si los festejos no se rodearan de
tanta exhibición, irían a lo que van, sin tanto protagonismo, sin tanto dejarse
ver, sin tanta parafernalia. Para creer no hay que montar tanto teatro, no hay
que perder tantos días de trabajo, no hay que pedir tantos créditos, no hay, en
definitiva, que gastar más de lo que se puede, porque todo esto, salvo en casos
concretos, no pasa de ser una fiesta más.
Ahora es el Rocío, en otros
momentos fueron las Fallas de Valencia, donde se quema toda la pólvora del
mundo hasta hacer el aire irrespirable, hasta llevar a las personas y animales
al límite del nerviosismo más disparatado, o afectar a los ancianos y enfermos.
Habría que hacer algo al respecto, porque la tradición no puede estar por
encima del bienestar de las personas, principalmente, y de los animales,
igualmente.
En otros momentos tenemos las
ferias, la Semana Santa, también ruidosas y causando molestias de cortes de
tráfico, alterando la normalidad de la ciudad, los transportes o el descanso de
zonas determinadas de la ciudad.
Se que con este escrito me estoy
buscando enemistades entre los lectores, porque unos u otros son aficionados a
alguna festividad, juerga, fiesta o como queramos llamarles. Lo comprendo hasta
cierto punto, pero creo que por encima de lo que uno quiera está el respeto
hacia los demás y nadie debería invadir la vida de los demás. Nadie sabe qué
prisa tienen los demás cuando necesitan ir al trabajo y se encuentran con la
carretera llena o cortada, no le han dejado descansar en toda la noche o bien
ha trabajado de noche y necesita dormir en medio del estruendo, las tracas, los
tambores, las explosiones de los cohetes, el incesante repique de campanas,
etc.
Yo no puedo justificar su
existencia porque den de comer a muchas personas, pues son acciones puntuales
que solucionan ese problema momentáneamente. La sociedad necesita tejido
industrial permanente que asegure puestos de trabajo para toda la población en
edad de trabajar. Un sistema industrial-laboral que signifique progreso para la
sociedad, por eso las inversiones han de encaminarse hacia las cosas
importantes para todos y situarnos en el siglo XXI. No deberíamos vivir
constantemente para mantener cosas de otro tiempo, que tuvieron su razón de ser
en la mentalidad de otra época.
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