No es la primera vez que se
pueden contemplar imágenes tan lamentables como las que he podido ver esta
mañana, me refiero a unas imágenes del desastroso estado de abandono y suciedad
en la que se encontraban hasta ayer unas perreras, perreras donde cada centímetro
cuadrado de suelo estaba cubierto de orines y cacas, los perros hacinados,
enfermos, con heridas, en uno de los rincones se encontraba un galgo que
llevaba muerto varios días y en otro rincón una pequeña perrita acaba de parir
y se afanaba por proteger a su prole.
Gracias a la concienciación de
una gran cantidad de gente que se ha agolpado a las puertas de estas perreras,
a la espera de que abrieran con la intención de hacer lo que han hecho, nada
más y nada menos que adoptar más de cien animales, los cuales han sido
liberados de una muerte segura en lamentables e indignas condiciones.
No es la primera vez que he oído
de condiciones parecidas, lo que me ha hecho cuestionarme si esto sucede porque
se mantienen abiertos estos centros para recibir cada año una subvención, o es
que no interesan los animales ni el maltrato que se les dispensa y por supuesto
indica de que se sabe muy poco de los sentimientos de los perros. Como decía un
spot publicitario de una conocida marca de alimentos caninos: “No lo abandones,
él nunca lo haría”, sería incapaz de abandonarte tu perro porque te quiere
tanto, le sale tan natural de dentro que se convierte en un ser de amor, busca
constantemente tu contacto, te mira esperando que halla una palabra o una
caricia, él con eso se conforma y se convierte en el ser más feliz sobre la Tierra.
Pienso que estos nuestros amigos
fieles, de los que tenemos tanto que aprender en cuestiones de perdón,
verdadero aprecio, compañía y amor incondicional; se merecen un trato más digno
por lo que considero que cada municipio debería tener unas perreras que se
comprometieran a mantener en perfecto estado de salubridad y, en las que no
faltaran las atenciones sanitarias correspondientes con cargo al erario público
de ese municipio. La alimentación debe ser donada por las empresas de
alimentación animal, que demuestren que se dedican a lo que se dedican no solo
por hacer caja, que hay algo más, que hay corazón tras el negocio. Los
gobiernos deberían sensibilizarse más con estos seres tan peculiares, lo digo
porque son pocos los animales que se relacionen con los humanos con tal grado
de compenetración, docilidad y amor. Podrían legislar para que entre todas las
empresas de alimentación animal, cedieran los alimentos necesarios para los
centros de acogidas de animales vagabundos, abandonados o no deseados. Entre
todas las empresas no debe representar un gran coste para ellas y la vida de
nuestros amigos tan adorables significa mucho.
Salvando las diferencias, si
pienso esto para con los perros, como no voy a pensar en algo similar, a nivel
mundial, para salvar a los pueblos del hambre. Debería ser una obligación,
además de moral y humana que ya la es, legislada por los gobiernos del mundo
para paliar el hambre en la faz de la Tierra. Ningún día más ha de haber en el
mundo un ser humano al que le falte lo necesario para estar nutrido, porque
esta si que es la gran vergüenza del materialismo salvaje y sin corazón que
impera en el mundo con el consentimiento de todos los que han gobernado, así
como de todos los que lo hacen en estos momentos.
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