Nunca es tarde para hacer algo
diferente a lo que venimos haciendo, nunca es tarde para modificar el trayecto
o para descubrir cosas nuevas. Siempre es buen momento para hacer lo que te gusta
o para soñar, planificar y comenzar a andar. A ningún lado lleva una vida
truncada o robada, sobre todo a los más jóvenes, como si de un secuestro se
tratara.
La juventud tiene que encontrar
expectativas aunque les hayan sido secuestradas, ha de averiguar la forma de
hallar un camino satisfactorio para el desarrollo personal y profesional porque
los jóvenes se han de valer por si solos, se han de sentir capaces, válidos y
necesarios en la sociedad en la que viven; no pueden pensar que no encajan o
que sobran en la cadena productiva de su país.
Algunos lo han de estar haciendo
bastante mal, cuando no hay responsables ni culpables de los malos resultados
económicos y de las lamentables repercusiones en el mundo laboral. Cada vez
cierran más empresas, todos los días los medios de comunicación ofrecen
noticias acerca de empresas que se ven obligadas a bajar la persiana. Cada día,
como consecuencia de los cierres, más personas trabajadoras pierden su medio de
vida, la población activa del país desciende, menos personas cotizan a la
seguridad social y con ello peligra la continuidad del pago a los pensionistas.
Es como si todas las fichas del dominó se hubieran dispuesto de modo que unas
caen y van dejando caer a las siguientes, ¿hasta cuándo se va a prolongar la
inercia de este movimiento?
Los que saben de cifras desmienten
al Gobierno y dicen que las cifras del paro no se recuperarán hasta el 2030,
esto es grave, diría que muy grave. Hay chavales, que rondan los 30 años, con
carreras universitarias y todavía no han conseguido su primer trabajo, ¿a qué
edad le permitirá el sistema hacerlo?, ¿cuándo se van a poder jubilar, y al
paso que vamos, podrán cobrar pensiones? En estos momentos no hay quién sepa
qué va a pasar con todos estos temas, aunque no se puedan permitir hablar con
claridad lo cierto es que cada día el panorama pinta gris, menos empresas, más
parados, los dineros se van, las ayudas sociales se recortan, el bienestar es
un recuerdo, hay familias sin ingresos, se extingue el lince ibérico y es un
drama pero si lo hace la clase media española, que es la consumidora nata, no
sucede nada.
No hay dinero para nada, según
dicen, se deben un chorro de millones de euros en deuda pública e intereses,
tanto que no se produce o recauda lo suficiente como para pagar y por ello no
levantamos cabeza. Sin embargo, como se aproximan las elecciones europeas los
partidos políticos han acordado subirse el importe de las subvenciones del
erario público un 28%, ¿es o no un disparate?, aquí viene bien el tópico: “al
guarda quién lo guarda”, esta gente hace lo que les sale de los huevos, valga
como otro gran topicazo y a la vez el disparate de la semana. Cuando se trata
de rascar para arrimar dinero a los bancos, empresas de amiguetes o con
intereses de algún grado como el caso Sacyr con la obra de Panamá, las
eléctricas a las que también se les ha untado en ocasiones, a los sindicatos
que igualmente se les compra para que no den mucho ruido, etc., entonces si hay
dinero.
La población necesita hechos no promesas
o habladurías y mucho menos mentiras diarias, la gente necesita soluciones,
estabilidad y progreso, honestidad y una justicia severa contra el vandalismo y
la corrupción de las instituciones, de los cargos relevantes, autoridades, etc.
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