Hoy nos dan una buena noticia:
dan marcha atrás a la privatización de la sanidad, parece que la lucha de la
marea blanca ha dado su fruto, pero yo no me fio porque las elecciones europeas
están cerca, por lo que pueden estar tratando de calmar los nervios de la
indignación que solo el gobierno ha provocado, pues en el momento actual
excepto aquellos que tengan un interés directo en el PP, quién les van a votar.
No obstante, espero que lo que
nos están haciendo pasar a los ciudadanos no caiga en saco roto y tampoco se
nos borre la memoria, debemos estar en disposición del mejor estado crítico y
sentido común, para que cuando tengamos que dar nuestro apoyo seamos más
conscientes de lo que hemos sido en anteriores ocasiones.
Podemos perdonar pero no olvidar,
no queremos que la historia, la mala historia, la que nos ha empobrecido por el
interés de negocios de una comunidad elitista, emborrachada con las
transacciones financieras, los negocios blancos, negros y grises; se vuelva a
repetir y no vamos a ser nosotros los que vamos a facilitar que se propague este
tipo de historia.
A pesar de todo lo que se oculte
en la oscuridad hay que pelear, hay que reclamar, hay que manifestarse, hay que
seguir diciéndoles a los políticos que lo están haciendo mal aunque ellos lo
saben muy bien, lo que pasa es que priman los intereses ajenos a los que
convienen o corresponden a los ciudadanos.
Mientras que una minoría le
imponga a la mayoría medidas injustas, que le lleven a la ruina en nombre de no
se que inventos de competitividad, para valerse de empobrecernos y dejarnos sin
derechos, con sueldos de miseria, que no podamos cubrir nuestros gastos
básicos, etc., tendremos que pelear con ellos lamentablemente, pero no puede
seguir sucediendo lo que vemos cada día: gente que no nos vale, empleados
públicos nuestros, llevándose el dinero a espuertas, sacándolo al extranjero, engañándonos
a todos, incumpliéndonos, legislando a su medida, creando el ancho del embudo
para su casta y amigos a costa del bienestar de los ciudadanos.
Le han facilitado a las empresas
que pongan en la calle al número de trabajadores que han querido, han permitido
y siguen haciéndolo que los poderosos, monetariamente hablando, sean los que
menos contribuyan al sistema, más eludan a Hacienda. Además vienen dando muy
malos ejemplos: indultos a delincuentes, entremeterse en la labor judicial,
mentir constantemente, amnistía fiscal y ninguna coherencia en sus actos con
respecto a todo lo que propugnaban y criticaban al PSOE.
Las cosas siempre pueden cambiar
y el poder ha de volver a los ciudadanos porque es lo justo, el sistema lo
soportamos los ciudadanos con nuestros impuestos y que haya unos representantes
contratados, no puede nunca significar que los privilegios son de ellos o que
España es suya, ni estamos aquí para ser gilipollas, ni para que nos traten
como tontos porque no lo somos. Tenemos que seguir exigiendo lo que nos
pertenece, lo que nos han ido sustrayendo progresivamente legislatura tras
legislatura.
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