Hablando hace unos días con unos
amigos, con los cuales paseaba, surgió el tema de la inmigración y de la
sanidad. Uno de mis amigos apuntó algo que me pareció coherente y lo planteo en
esta mini tribuna. Mi amigo defendía que a las personas venidas de afuera, en
general, se les prestara el servicio sanitario en las mismas condiciones en las
que sus países se las prestarían a cualquier ciudadano español. Esto, decía,
terminaría con el turismo sanitario, que parece, o dicen, viene a nuestro país
a conseguir servicios gratuitos que en sus países solo los recibirían si los
pagaran de sus bolsillos.
Esto me parece interesante para
evitar los abusos, en las condiciones actuales, aunque en general y en
cualquier país, un sistema sanitario sostenido con la aportación de la
población, ha de dar la cobertura sanitaria necesaria a los ciudadanos. No debe
hacer distinción entre cubrir una intervención quirúrgica, unas pruebas
exploratorias, etc. Se tendrá que atender al enfermo, con todos los medios de
que se disponga, con el fin de restablecer la salud de este.
Este tema de la salud no debe
suponer un hándicap para que el hombre se pueda mover libremente. Las fronteras
están obsoletas, igual que lo están los sistemas arcaicos de “esclavitud” y
represión a los que someten algunos dirigentes a sus ciudadanos. Hay que poner
fin al abuso tan terrible que los supuestos dueños y señores de ciertos países
cometen con sus ciudadanos; sumiéndoles en la miseria, privados de los recursos
más esenciales o básicos, mientras ellos son ricos. Se hicieron ricos por
herencias de sus familias, que se apoderaron de todo lo que tenía valor en sus
territorios y valiéndose de las energías y de las vidas de las personas
humildes.
La ONU tiene que mover el culo y
dejar de seguir siendo solo unas siglas, pero unas siglas que cobran, que nos
cuestan el dinero. La unión de países democráticos ya tendría que comenzar a
ser la unión de países con corazón, a la que le importara de verdad la gente y
no consintieran los horrores que hoy existen en este falso equilibrio de
contención de fuerzas e intereses.
En el mundo, desgraciadamente,
hay demasiadas manos negras, no refiriéndome al color de la piel sino al mal
hacer, que hay que seccionarlas. Hay que sacarlas del sistema, no tienen cabida
en el sistema, pero da la casualidad que el sistema es invento de las manos
negras, ¿qué hacemos entonces? Toda la música que suena es tocada por las
mismas manos negras que dicen mover los negocios negros o turbios, al fin y al
cabo, los que mueven los dineros y los que también los esconden cuando les
interesa burlar al fisco, que es siempre porque generan demasiado. Ese mismo
dinero compra a dirigentes de países, a políticos y a presidentes, por tanto se
adueñan del paso que deben seguir las leyes, y se hace lo que ellos quieren.
Cuando se llega ahí arriba te han
de poner entre la espada y la pared, o tragas o te mandan al sicario, supongo
que esto debe ocurrir, porque de otra forma no me explico como todos se
arrodillan, trajeados, y a ninguno se le ocurre vestirse de camuflaje e iniciar
la revolución contra los de las manos negras. Tal vez no esté sucediendo tal
cual, pero es posible que ante el condicionamiento tomen la vía más fácil:
pillar cacho y hacer la vista gorda. Por eso, esto no es más que un teatrillo,
una farsa, una burla, la mentira repartida por el mundo y muy especialmente por
las instituciones, los parlamentos, las casas reales, etc., de todo el mundo.
NO ES QUE HAYAS COMIDO EN EXCESO,
LAS NAUSEAS SON DE LA PUDEDUMBRE DEL SISTEMA.
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