En plena campaña electoral
europea, se emite un programa televisivo que nos informa de la cantidad de
millones de euros que nos cuesta a los ciudadanos dicha campaña. Claro, que era
una cantidad aproximada porque pocos partidos dicen la cantidad que se piensan
gastar y, mucho menos, indican el desglose de la procedencia de los dineros que
van a emplear.
Mucho hablar de ley de
transparencia pero como indicaron ayer noche, el PP no ofreció ni siquiera una
cifra estimativa o aproximada. O no saben donde están de pie, lo cual no me
extrañaría, o siguen jugando con socarronería, como es habitual en los tejes y
manejes de este partido. Ya estamos acostumbrados a las defensas de una cosa y
la contraria, a aseverar algo y desmentirla, o a la difusión de lo que nunca
harían pero que a la semana siguiente lo hacen.
¿Se acuerdan de las rayas rojas
que jamás cruzarían, según anunciaban en su campaña electoral?, pues si se
acuerdan, sabrán que no solo la pasaron en una dirección, sino que también lo
hicieron en la dirección contraria, para así seguir y cruzarlas cuantas veces
les han apetecido. No tienen palabras, incumplen las promesas hechas a los
ciudadanos, les importamos un bledo, atienden a las fuerzas capitalistas,
satisfacen los deseas de aquellas y nos fastidian a nosotros. Además, tenemos
que pagar parte de sus campañas electorales para que se reproduzca, una vez
más, la retahíla de mentiras y falsedades.
Y no quieren que se les insulte
en vivo o en las redes sociales, pero bueno, qué se han creído, que somos
muñecos de goma, o qué. Cómo no vamos a dar salida al derecho al pataleo ante
las injusticias sociales y laborales que están perpetrando los brazos
políticos, muchos de ellos fuera de la ley o inventándosela sobre la marcha
para dar un tinte de legalidad a los abusos del brazo capitalista que los
gobiernos están defendiendo.
Los ciudadanos somos muchos y
entre todos mantenemos el tinglado conspiratorio, que los políticos disfrutan enriqueciéndose
mientras que nos empobrecen. La casta política se aprovecha de “nuestra empresa
pública” para apoyar las políticas de anti progreso que les imponen en acuerdos
que sellan a nuestras espaldas y en nuestra contra. Lo que sacan de todo ello
es una existencia al margen de la pobreza o carencias que sufrimos los
ciudadanos, viven como en una burbuja de protección y aislamiento preventivo
para que no vayan a contaminarse de humanidad.
Contaminados de humanidad no
podrían vendernos con la facilidad que lo hacen ahora, regiría otro orden de persecución
del bienestar, la felicidad y el amor, tan carentes hoy, debido al materialismo
tan brutal, así como a la frialdad y aislamiento, con respecto a los
ciudadanos, que exhiben nuestros políticos.
Volviendo a la campaña electoral,
los partidos políticos se vuelven locos, recogen dinero de todos los lados que
puedan, dineros blancos y negros, con financiación legal o ilegal, e incluso
recurren a las entidades bancarias a pedir créditos. Lo más significativo es
que las entidades bancarias si tienen dinero para partidos políticos aunque no
lo tengan para pymes o ciudadanos. ¿Qué esperan conseguir de ellos?
Ahora se tiran a las calles en el
único momento del año que se mezclan con los ciudadanos, ¡esto es una vergüenza!,
ahora nos necesitan, quieren el voto, su objetivo actual es ganar las
elecciones, pues según el número de escaños conseguidos; los ciudadanos les
vamos a pagar otro dinero por cada escaño. Lo tienen bien legislado, a su modo
y a su conveniencia, el cuento de siempre.
No hay comentarios:
Publicar un comentario