Están surgiendo nuevas
formaciones políticas como alternativa a lo rancio que domina el panorama
político desde hace años. ¿Cuál es el peligro?, que el voto contrario al
bipartidismo se va a diversificar tanto que difícilmente podrá hacerle mella.
¿Qué hubiera sido lo ideal?, pues que se hubieran puesto de acuerdo el resto de
ideales para recogerlos todos en un proyecto común y que acudieran a las
próximas elecciones del 25 de Mayo, bajo unas siglas nuevas, donde el resto
estuvieran representados y sobre todos donde se quisiera trabajar para el
bienestar consensuado de todos.
Una vez más puedo estar
equivocado, pero es lo que me dice mi sentido común, porque no creo que sea
fácil restarle votos a la serpiente de dos cabezas. Los partidos rancios son
como una secta, donde no existe la libertad de pensamientos y donde hay que
votar lo que indique el partido. La opinión o libertad de pensar está
secuestrada en base a seguir unas directrices, te guste o no te guste. Y como
están ahí intentando aspirar a algún carguillo, pues tienen que tragarse lo
intragable.
¡Ojalá! el nacimiento de estas
fuerzas políticas significara, que muchos afiliados o simpatizantes del
bipartidismo, fueran a cambiar su intención de voto. En este caso, si se verían
afectado y mermado por estos nuevos grupos de la política. Pero en un país tan
tradicionalista donde se considera que dejar de matar toros es acabar con
España, donde se le llama a esta forma de asesinato público: Fiesta Nacional;
donde todavía se siguen soportando, que no aceptando, los enlaces entre
personas del mismo sexo o donde no hay libertad para abortar, cualquiera se va
a atrever a saltarse las normas del partido.
De cualquier forma, es de
aplaudir que haya personas que den un paso adelante, que ofrezcan alternativas
y tengan ilusión por cambiar lo establecido. Ya hemos visto y estamos viviendo
los resultados de las reverencias y del sometimiento a Europa que han aceptado,
como forma de gobierno tanto el PSOE antes, y el PP ahora. Lo estamos
padeciendo, nos va muy mal y parece que no va a cambiar en años, aunque se
estén forzando por hacernos creer que se le está dando la vuelta a la
situación, por motivos, claramente, electoralistas.
Lo que si tengo claro es de que
no voto ni a PSOE ni a PP, ni loco. Los ocho meses últimos de gobierno del PSOE
fueron el comienzo de las mismas políticas que posteriormente ha seguido
aplicando el PP. Por tanto, tal para cual, el mismo perro con diferente collar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario