Siguen con las encuestas sobre
intención de voto. Me parece terrible que tras el desastre gubernamental y las
consecuencias de esas mismas políticas, sigan diciendo que la intención de voto
de muchos ciudadanos sea a favor de los protagonistas de la ineptitud política
actual.
La defensa del tertuliano
Marhuenda sobre todos los asuntos oscuros del PP, raya en el absurdo con una
enrabietada defensa que ofende al resto de los ciudadanos perjudicados por las
malas e intencionadas políticas, para ellos no hay ninguna consideración porque
darles el sitio a ellos es quitárselo a sus amigos.
Cómo se puede vivir para ir de
plató a plató haciendo ese papelón, peleando contra el sentido común del resto
de los tertulianos que, normalmente, se acercan al sentir de los ciudadanos.
Está claro, que está presente en los medios y lleva un periódico, teniendo que
estar subvencionado para que el pensamiento del actual gobierno cale en la
opinión pública; aunque con lo mal que lo están haciendo es un esfuerzo ímprobo,
porque los ciudadanos no somos tontos por mucha opresión a la que nos sometan los
temerosos políticos.
Mientras se averiguan o vaticinan
los resultados de las próximas elecciones, unos se dedican a defender sus
historias y otros a defender las suyas, entretanto, el sistema se derrumba, ni
más ni menos.
Aquí hay mucha gente que se ha
erigido como constituyente de una clase exclusiva y elitista. Esta gente podría
mirarse más en el presidente de la República de Uruguay, que ayer por la noche
nos presentó el periodista Jordi Evole, en su programa: Salvados. Ya quisieran,
y necesitan tener la mitad de la capacidad de reflexión, sinceridad y humanidad
que exhibió el Sr. Mujica.
Un presidente de un país, que ha
renunciado al lujo y la ostentación, además de haber renunciado a la vivienda
presidencial y a los escoltas. Sigue viviendo en su casa de campo de toda su
vida, sin boato alguno. Un hombre que habla con total claridad, abogando por la
honradez intelectual como principio para acceder al gobierno. Un presidente que
vive sin austeridad pero si con sobriedad, sólo con aquello que necesita, que
como se pudo ver, eran bastante pocas cosas, como para no hacerle el juego al
consumismo y haciendo políticas de protección de las clases más pobres.
El Sr. Mujica pasó por el
programa aportando tanta humanidad, tanta sinceridad, tanto sentido común y
lucidez mental, que hace pensar en la distancia tan grande que le separa de la desastrosa
clase política de España.
Hay cosas que no se pueden hacer
ni por los votos ni por el poder, todo lo contrario de lo que están haciendo
hoy en día. Es una pelea por el poder donde todo vale y donde se modifican las
leyes por conveniencia de unos pocos, que tienen condicionados a los
dirigentes, entreteniéndoles para que no miren las consecuencias de lo que
están haciendo y, para que no tomen conciencia del desastre. Así evitan que los
dirigentes le den la espalda al poder capitalista, a favor de las necesidades
que han provocado a los ciudadanos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario