Una opinión diferente, es solo
una opinión diferente, comprendo que no es lo querías oír, comprendo que, tal
vez, no coincida con lo que tu pretendes conseguir, pero sólo es una opinión.
Tú que pareces saber lo que está bien y mal, por eso calificas o llegas a
conclusiones con tanta rapidez, cómo puede ser que tengamos que oír tu opinión
durante hora y media, y no soportes apenas cinco minutos de mi opinión. Por qué
sacas las cosas de contexto y atacas, por qué no llegas a comprender que igual
que tu defiende tu punto de vista, pueden existir diferentes puntos de vistas,
los de los otros.
Por qué hay que sacarle punta a
todo, por qué hay que quejarse de todo, por qué hay que estar disconforme con
todo, por qué hay que ser tan caprichoso. A veces, hay situaciones por las que
hay que pelear y creo haber demostrado que lo hago, en cuanto considero que es
injusto o abusivo y nos afecta directa o indirectamente. No obstante, la
actitud que muestran algunas personas, habla sin que se tengan que conocer
datos de su vida privada, de la que mucho me guardaría de airear, como hacen
otros con cierta facilidad cuando se les terminan los argumentos.
Cómo vamos a avanzar si no
dejamos de cruzarles palos a las ruedas del carro, exigir a los demás puede ser
sensato si primero nos exigimos a nosotros, pero protestar y protestar
arrimando el hombro lo menos posible, debería estar fuera de lugar. Nadie puede
hacerle ver a nadie nada, que este no quiera ver o esté dispuesto a reconocer;
la bravuconería, el ego y orgullo saltan como los resortes. Lo contrario,
pararse a ver y analizar, tratar de comprender a la otra parte y no querer
siempre ganar a costa de lo que sea, se llama otra cosa: humildad.
Acusar de incoherencia porque no
están de tu lado, porque no quieren protestar por protestar, o porque se ha
comprendido que otros deciden y que nuestra situación es cumplir con las tareas
que nos imponen; no creo que sea un argumento que justifique el ataque al que,
pacientemente, lleva escuchándote hora y media cómo tratas de llevar el tema a
tu terreno. Y no es la primera vez, ya son demasiadas veces que se reproducen
situaciones similares, qué ocurre, que siempre llevas razón, que tienes todo el
derecho para machacar, que unos tienen que salir siempre ganando y otros
perdiendo. Yo digo, que hay que parar un poco, que nos embalamos y hay que
aceptar la situación: hay un cuarto oscuro dirigiendo y que lleva un año sin
admitir la negociación, deberíamos comprenderlo ya y tratar de no complicarnos
más de lo necesario, al menos que se considere un abuso, aquello que nos
quisieran imponer.
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