¿Qué sucede con las personas que
menos tienen? Estamos en fechas en las que casi todos nos permitimos algunos
caprichos y comemos en exceso, ¿tiene la sociedad en cuenta a esas personas que
no lo pueden hacer por falta de dinero?, ¿puede importarle a la sociedad una
persona que ha asesinado y hay que reinsertarla, mientras margina a personas
sin recursos? Hoy también es un día para pensar en los enfermos, en los pobres,
en los olvidados del mundo, en los que van a morir de hambre en las próximas
horas, en todos aquellos enfermos que sufren males incurables en el tercer
mundo porque no les damos la ayuda que necesitan. Hemos perdido el sentido y la
conciencia de lo que significa un todo llamado humanidad al cuál pertenecemos.
Es nuestra identidad, el otro es como nosotros, su dolor es el nuestro aunque
lo estemos ignorando. Tenemos que socorrerles, hay que evitar que este sistema
siga truncando vidas, inútilmente.
Busca dentro de ti y halla lo
bueno que hay, quizás tengas intacto casi todo el amor que eres capaz de dar,
esperando ser compartido con otros. Es posible que tengas llantos ahogados y
retenidos porque no te has podido permitir mostrar al mundo que eres una
persona sensible, que te compadeces de los más desfavorecidos y de aquellos que
más sufren. Quisiste mostrarte fuerte tornando tu humanidad en fortaleza
fingida, evitaste que los demás te creyeran débil y por eso no dejaste que el
amor brotara de ti. Tú eres amor aunque no estés muy convencido/a de ello.
Intenta verterlo, ponlo en práctica y verás. En nuestra conciencia deben tener
cabida todos los seres vivos porque son vida como la nuestra, así somos
nosotros, es la misma energía de vida la que nos asiste a todos. Hay algo que
se nos está escapando en esta sociedad materialista, que es nuestro propio ser,
el centro de nosotros mismos, el que siente a los demás, el que se sabe uno con
todos. Igual esto que digo se escapa a la razón de muchos, pero no le estoy
hablando a tu proceso mental, le hablo a tu ser interior, a tu corazón si así lo
entiendes mejor.
El mayor triunfo del ser humano
es ser una piña, independientemente de su ideología, sexo, color de piel, etc.;
sentir y obrar para progresar y alcanzar cotas de bienestar ahora impensables.
No venimos a competir sino a cooperar, a colaborar, eso nos lo da a entender no
nuestra cabeza sino nuestros sentimientos, nuestra conciencia apenas se
desarrolla un poco. Hay mucha gente mal y otras muchas que están aún peor
porque desde hace siglos se ha fomentado el depredador en lugar del ser de luz
que todos somos. El depredador compite por todo y así hemos sido aprovechados
para que los que se han ido erigiendo en poderosos, de esa acción obtuvieran
beneficios para ellos. El ser de luz escapa de esas intenciones, no es
aprovechable en ese sentido, no sirve al poder sino a lo que cree es justo y
mejor para toda la humanidad, para los que le rodean. El ser de luz es amor y
el amor sirve a la vida, no pelea con los otros, colabora en el bienestar de
todos, le importan los demás, no se aprovecha o explota a los demás, que es una
de las estrategias básicas que se ha ido repitiendo en el tiempo hasta alcanzar
nuestros días. Esta pesadilla tiene algo que me horroriza, que ciega, que hace
creer que es real y la gente persigue fantasmas, fines que nada o poco tienen
que ver con nuestra esencia, o sea, un invento de unos pocos que nos arrastra y
nos descentra, nos aleja del centro de lo que somos, al menos lo está tratando
continuamente. Hoy si tengo que brindar por alguien, será por los que más
sufren, por los que menos tienen y porque volvamos todos al centro de lo que
somos.
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