FALSOS TÍTULOS, Imagen: www.elpais.com
En los últimos tiempos vamos sabiendo de algunos cargos públicos, políticos y funcionariado, que accedieron o ascendieron gracias a estudios o títulos falsos, acreditados con documentos falsos o inexistentes, ¿Nadie investiga o comprueba la veracidad de los documentos que la gente presenta? Si eso es así, ¡figúrense como es la bicoca!
Yo les expondré cómo sería para mí la legislación que sería necesaria en esos casos para acabar de una vez por todas con esta estafa, y que a nadie más se le ocurriera incluir en su curriculum unos estudios que no hubiera finalizado, o de los que no tenga su correspondiente justificante, diploma, título, etc.
Para comenzar, a esas personas hay que despedirlas sin derecho a ninguna prestación, despido, finiquito, etc. Igualmente, a la persona responsable del departamento de recursos humanos, hay que hacerle lo mismo por no vigilar las contrataciones, por no contrastar los documentos aportados por los candidatos, por su irresponsabilidad. Y si hubiese sido recomendado a dedo por un tercero, a esa persona hay que despedirla y dar igual trato al referido con anterioridad. Ahora llega lo que duele más, a cada uno de los que intervinieron irresponsablemente, se le ha de reclamar las cantidades que hubieren recibido desde el momento en que sucedieron los hechos, así que ya puede Hacienda embargarles cuentas bancarias, propiedades, vehículos, etc., además de tener que pagar la sanción pertinente e ir a prisión hasta que haya abonado todo lo requerido por la Administración Pública en concepto de los salarios que percibieron cada uno de ellos desde que se cometió el delito y la sanción impuesta.
Poner firme al personal con ambición delictiva es muy fácil, solo hay que querer ponerle fin y tener voluntad de hacerlo mediante una ley adecuada, firme, tajante y ejemplar. ¿Qué sucede entonces? ¿Por qué cada día conocemos de más y más casos de corrupción, dineros robados, fraudes fiscales, contrataciones a dedo, salarios que han pagado sin que los enchufados hayan acudido a sus puestos de trabajo, etc.?, pues porque ellos hacen las leyes, y no desean atajar tales estafas laborales porque ellos mismos se verían en muchos casos implicados, engañan más que respiran. La mentira se ha instalado en la vida política, casi desde el primero al último, y no les da la gana acabar con los chiringuitos, con el saqueo de lo público, quieren poder enchufar a sus familiares y amigos, todo lo cargan a nuestras espaldas, se han creído que podemos con todo, y la realidad es que el país cada vez está más endeudado, la gestión es nefasta, los corruptos tienen escaños y muchos dineros en bancos en paraísos fiscales. Se dedican a conceder ayudas millonarias a empresas de los familiares de unos y otros, a asociaciones sin actividad que no las conoce ni sus padres. Nos saquean diariamente, tienen maniatada a la justicia, para eso nombran al jefe de fiscales y a los altos cargos de judicatura, a dedo, no por méritos y experiencia, sino por ser de la cuerda de los socialistas o de los peperos. ¡Esto es un desastre se coja por donde se coja! Si no saben legislar o, más bien no quieren hacerlo bien, nosotros los ciudadanos si sabemos redactar textos que corrijan su golfería y la de los satélites que tienen a su alrededor.
Seguiremos...
