Como los políticos son conscientes de que viven de un chiringuito, y que casi todo lo que hay montado alrededor y viviendo del dinero público son chiringuitos, pues los ponen siempre en primer lugar. He oído esta mañana en radio que el caritativo Sánchez, en ausencia de sponsor de la OMS, como era EEUU hasta que Trump le retiró su aportación, ha dado un paso adelante, de esos que suele dar para regalar nuestro dinero y promete a la OMS trescientos veinte millones de euros, que no son suyos sino nuestro, al chiringuito de la OMS para que los países más pobres tengan mayor atención sanitaria. Si no la tienen es porque nunca le dieron la caña para pescar sino el pez. Es porque nunca le aportaron los medios y el conocimiento para que se desarrollasen como país. También, porque muy probablemente en esos países más pobres hay alguien al mando que se ha enriquecido de la explotación de sus gentes y de las ayudas que han llegado para los pobres. Y, por supuesto, no faltan los países, ahora caritativos de cara a la galería y para hacerse la foto, que llevan años explotando a la población de esos países pobres y llevándose los recursos que puedan tener esos territorios.
Los políticos son una especie de vividores, chantajistas, defraudadores, a veces corruptos, que no saben hacer otra cosa que dar algún tipo de movimiento al dinero que no es suyo para sacar partido y ganancias del mismo, pero no para bienestar del pueblo que gobiernan, sino para sus partidos y sus bolsillos. Me duele ya la boca de decirlo y las yemas de los dedos de teclearlo para que reaccionemos, para que les ignoremos, tal como ellos hacen con todos nosotros. No les interesamos, a ver si se enteran algunos, sobre todo esos que parecen perder el culo por los de un color u otro. Esos que reclaman elecciones para que vengan los mismos y alteren los algoritmos, para que acondicionen los resultados, para que desvirtúen lo que los ciudadanos han votado, para que vuelvan a aparecer votos a Puigdemont por todo el territorio nacional, para ajustar los resultados que interesaba al que manejaba a Indra, la empresa responsable de llevar el recuento de votos, para que después ningún partido exija se haga un recuento real de las actas y los votos enviados por todas las mesas habilitadas en el Estado español. Es una mentira desde que se empieza hasta que se acaba, todo es pestilente, no hay nada a lo que acercarse que no te pringue de suciedad, que es lo que sucede cuando te acerca demasiado a una cloaca mal oliente y llena de cieno, lo normal es que te manches.
Hay que acabar con todo este engaño, con todo este cuento, y no hay forma de hacerlo, porque con sus leyes lo tienen todo atado y bien atado, para que todo lo que pueda suceder sea una sucesión o relevo de partidos, quítate tú que me pongo yo, y más de lo mismo, pues las bases del juego no cambian. No conozco otra forma de hacer caer todo este imperio del mal, de la mafia y la corrupción, que meterles a todos en la cárcel con sentencias severas, que no salgan de la cárcel hasta que cumplan íntegramente las condenas y hayan devuelto hasta el último céntimo de euro robado o defraudado. Ellos no lo van a exigir porque va en su contra, lo han de hacer los fiscales y jueces, aunque se salten las leyes deficientes de los políticos por su conveniencia, aunque parezcan que prevariquen en pos del sentido común, la lógica y la justicia real. O eso, o nos unimos todos los ciudadanos para reclamar esa misma justicia. Nos debemos rebelar contra la corrupción, contra el latrocinio político, y contra el falso poder que ejercen, que oprime y somete a los ciudadanos mientras nos siguen robando dinero, bienestar, progreso y futuro.
Seguiremos...
No hay comentarios:
Publicar un comentario