Dicen los populares, tras el Congreso que han celebrado, que su líder Feijóo va como un obús hacia la Moncloa. Me quedo solo con esa frase que acabo de oír en radio, que una vez más pone de manifiesto en lo que están los partidos, que no es otra cosa que en la carrera por el sillón de mando. Aún no aprendieron a compartir ideas, a valorar lo que propongan los demás, analizar cuánto haya de bueno y beneficioso para la población, en las mismas. No aprendieron a trabajar conjuntamente, a cooperar, a colaborar por el bien de todos. Ellos, los partidos, solo están en una lucha individual, egoísta por alzarse y hacerse con el poder y el negocio de las adjudicaciones, de la financiación ilegal, del comienzo de su enriquecimiento, y de esto no salen, que es por lo que no puedo dejar de escribir en el mismo sentido y con el mismo tono, totalmente indignado, por supuesto.
Feijóo y todos los peperos se las prometen felices de que alcanzarán la Moncloa y, seguramente, sea así, puesto que no hay alternativa, pero es que tampoco son ellos la alternativa. Se han alternado varias veces en el poder en España, incluso han gobernado con mayorías absolutas, y fueron incapaces tanto los socialistas como los peperos de legislar cuanto hiciera falta para acabar con las grietas de las leyes que hacen posible que escapen los políticos mafiosos y corruptos. A nadie se les exige devolver hasta el último céntimo de euro robado, malversado o defraudado. A nadie se le mete en prisión hasta que haya cumplido la condena íntegramente y se haya producido la devolución antes mencionada. ¿Eso es que yo tengo más idea de leyes que ellos, o que esté mejor preparado? No, no es eso, es que yo si les castigo por sus delitos sin contemplaciones, tratando de que se haga justicia, y anulando la impunidad a la que nos tienen acostumbrados. Ellos nunca van a legislar seriamente contra ellos mismos y sus intereses, los ciudadanos sí lo haríamos. Con sus leyes, a pesar de haber legislado con mayoría absoluta, al corrupto le dan el privilegio de que dejen su acta de Diputado por voluntad propia, con mi ley pierde tal derecho o cargo de inmediato en cuanto haya pruebas de la corrupción del Diputado que sea. Con mi ley, cualquier cargo público o funcionario, empleado público, incluso con su plaza correspondiente, pierde tal condición en cuanto se demostrara que está involucrado en algún asunto corrupto. Pierde el empleo y pierde la plaza, y jamás podrá volver a trabajar en la Administración Pública u ocupar cargo público alguno.
Hay que ser sordo y estar bien ciego, además de ser poco razonable y nada inteligente para seguir actuando como un simple borrego seguidor de cualquiera de los partidos que han estado en cada legislatura inmersos en decenas de casos de corrupción. No podemos esperar nada bueno de esos partidos, o se les deja gobernar a otros, con el riesgo que ya sabemos tienen todos los que se dedican profesionalmente a la política, o seguimos caminando hacia el precipicio y el feroz endeudamiento. Los partidos, lamentablemente, ansían conseguir el sillón de mando, repartir cargos entre los suyos, colocar a sus familiares y amigos, favorecer acuerdos con ciertos empresarios de su cuerda, y comenzar a cobrar billetes por todos lados, que la trama de dineros hacia el extranjero, hacia paraísos fiscales, y toda la ingeniería fiscal, de blanqueamiento, etc., ya está dispuesta y es bien conocida por ellos. Eso mas el amparo de sus leyes, el aforamiento, los fiscales y jueces designados por ellos mismos, hace el resto, ¿Qué podría salir mal?
Seguiremos...
No hay comentarios:
Publicar un comentario